Más de un año ha pasado desde que escribí un artículo llamado  “Puede que Crossfit sea como una secta, pero probablemente es el deporte que todos debiésemos estar practicando. En ese entonces simplemente sentía una especie de curiosidad por este deporte que cada día sumaba más adeptos desde la visión de un tipo como yo, que hasta entonces lo más intenso que había practicado era entrenamiento funcional.

La curiosidad me llevó a conocer distintos box, a probar “clases de prueba” en todos lados y finalmente decidí quedarme en Acción, donde en teoría llevo casi un año entrenando (En teoría porque desde marzo hasta octubre estuve quebrado por un par de accidentes domésticos muy mala onda). Sea como sea, hay algo que me ha gustado demasiado de nuestros amigos de Acción y es la importancia que le dan a su comunidad.

De hecho, lo mejor es que es un box donde  tu experiencia no se acaba cuando termina la clase, ni menos cuando cierran sus puertas. Acá siempre existe una excusa para armar un asado, organizar una salida a terreno, o en este caso, simplemente armar una jugosísima fiesta de gala, formato “prom party” como las típicas que ves en películas americanas. Esto hace que de un momento a otro tu excusa para entrenar ya ni siquiera es porque practicar crossfit te parezca desafiante, es porque te das cuenta que de una forma u otra terminas entrenando con amigos, haciendo que un deporte que pudiese parece individualista y duro, se convierta en algo grupal y divertido.

Si, este scene report es muy especial, porque básicamente es un registro que hice durante las primeras horas de la fiesta, con alfombra roja y todo donde nadie se quedó afuera, desde los novísimos socios que entrenan en el estrenado box de La Florida, hasta la tía del aseo que es la más tela ever, pasando por el team de “Acción teens” que no tienen más de 15 años. Nadie se quedó afuera de esta genialísima forma de mantener viva a la comunidad.

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