Es parte de la oferta de cualquier mall chino y probablemente está en un estante en la casa de tu abuela. Maneki-Neko, el tradicional objeto de origen japonés, es un elemento decorativo que ha cruzado todas las fronteras. Y si alguna vez te preguntaste de dónde nació o qué otros significados le entregan las diferentes culturas del mundo, acá te lo contamos.
El Maneki-Neko, o “gatito que saluda” cuando lo buscas en Google, es un objeto de decoración considerado en todo el mundo como un elemento que puede atraer la suerte. Su origen está involucrado a Japón, que tiene una historia de narrativas largamente vinculada con las figuras felinas, desde el folclore de terror hasta los dibujos animados (Hola, Doraemon).
El movimiento que hace la mano del Maneki-Neko -traducido literalmente como “gato que hace señas”, se interpreta como una invitación a pasar a un lugar, y de acuerdo a la historia japonesa, fue en un templo ubicado en Setagaya-ku donde se vinculó esta acción con los felinos. En este lugar desahuciado vivía un monje junto a su gata Tama.
La leyenda dice que un samurai se encontraba descansando en medio de una tormenta eléctrica cuando Tama le invitó a pasar al templo, salvando su vida de un rayo que cayó segundos después. Agradecido, el samurai donó parte de su dinero al dueño del templo.
Una paleta de colores para cada valor
Hoy en día el objeto de decoración particular tiene miles de variedades de diseño y color, lo que también ha aumentado los significados que le atribuimos. En su origen, el Maneki-Neko era blanco y por lo tanto, relacionado a la buena suerte o fortuna. Con el paso del tiempo, surgió su contraste en negro, el cual protege del mal, mientras que el rojo significa buena salud y el dorado se vincula a la riqueza.
Además de la infinita paleta de colores, la ubicación de la patita que se mueve es un factor a considerar, dependiendo que esperamos que traiga el gato a nuestro lugar. Si eliges uno que salude con la para izquierda, atraerás visitas, mientras que si lo hace con ambas, tendrás protección.
Si estás buscando un Maneki-Neko, las posibilidades siempre son infinitas, como la magia de los michis.