¿Qué edad tenías cuando te enteraste que el cuadro más famoso del mundo tiene dos versiones? Así es, y de hecho ambas tienen una ligera diferencia: la sonrisa de La Gioconda.

Por años los expertos en arte y la ciencia han intentado dilucidar si la Mona Lisa, una de las obras más conocidas de Leonardo Da Vinci, está sonriendo en el retrato o no. En 2015, dos científicos de la Universidad Sheffield Hallam compararon este cuadro con otro del mismo artista y la respuesta a este misterio fue que depende desde dónde se le mire.

Si miras directamente la boca de La Gioconda, verás que está sonriendo. Sin embargo, si observas el cuadro fijando la vista en sus ojos o en otra parte de su rostro, la verás seria. Según los investigadores, Da Vinci utilizó una técnica artística ancestral para engañar el cerebro humano: el sfumato.

Pero parece que la ciencia perdió el tiempo buscando una explicación del por qué de la cara de la Mona Lisa, ya que existe más de una versión del mismo cuadro. La que todos conocemos está actualmente en exhibición en el Louvre (Francia), mientras que la otra se encuentra en el Museo del Prado (Madrid).

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¿De dónde salió esta versión alternativa? Del mismo taller de Da Vinci, de hecho. Se presume que ambas fueron trabajadas al mismo tiempo, con una data que va desde 1503 a 1519 aproximadamente. Mientras Leonardo trabajaba en La Gioconda original, un discípulo del artista pintaba otro lienzo que replicaba la pieza de Da Vinci. Según la restauradora del Museo del Prado, Ana González-Mozo, una forma de comprobarlo fue que al observar ambas pinturas en detalle, pueden apreciarse exactamente las mismas técnicas y correcciones.

Sin embargo, en algún momento los dos cuadros tomaron caminos diferentes. La Gioconda del Prado fue terminada y vendida en 1506, mientras que la del Louvre fue un retrato que Da Vinci demoró más de una década en terminar, y que además correspondió a su última obra en vida.