George, es un tortugo gigante de la especie Geochelone abingdoni, que tiene entre 90 y 100 años de edad y que es la última de su especie, sigue sin poder perpetuar su descendencia, informó hoy el Parque Nacional Galápagos, de Ecuador, donde se cuida al animal. George vive en la isla Pinta, al norte del archipiélago ecuatoriano de Galápagos. La tortuga no logró fertilizar los últimos cuatro huevos de la anidación de 2008 que fueron abiertos recientemente tras un laborioso cuidado en incubadora. En un comunicado, el PNG explicó que al abrir los últimos cuatro huevos, de un total de 16, se comprobó que no fueron fertilizados ni presentaron ninguna evidencia de desarrollo embrionario.
Ahora los científicos esperan poder realizar una serie de pruebas genéticas de las muestras de la población de tortugas de volcán Wolf, “con la ilusión de encontrar tortugas híbridas” con genes similares a los del fenotipo de George, “lo que significaría una nueva posibilidad de salvar a la especie de la extinción”.
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