No es el aniversario de su muerte, ni tampoco el avance de una nueva película. La verdad es que para hablar de Gia Carangi no se necesita un acontecimiento específico, porque su vida es tan intensa como triste, y eso la hace completamente atemporal.

Gia Carangi fue la primera supermodelo en una época donde no existía internet, de hecho, olvídense de la televisión. Estos artefactos no eran muy comunes en países que no pertenecieran al primer mundo. Sin embargo, Gia logró convertirse en la favorita de todos los fotógrafos al ser una completa rupturista de lo que significaba ser una modelo en ese entonces.

En 1978, apareció en Nueva York una chica de 18 años con apariencia punk que cautivó a los fotógrafos cansados del estereotipo de Barbie Malibú que primó durante décadas en la publicidad americana. El ascenso de Gia fue rápido y el dinero apareció de forma espontánea. Su primer trabajo realizado por la revista Vogue ese mismo año, la muestra desnuda y enrejada, causando impacto dentro del mundo de la moda que comenzó a pelearse las apariciones de la modelo para diferentes marcas de alta costura.

Fue en esta primera sesión donde Gia conoció a la maquilladora Sandy Linter, la que se convirtió según escribió en sus diarios de vida, en su único y gran amor.

Apenas dos años después de su consolidación y ser la favorita de celebridades y clubes como Studio 54, Gia sufrió una crisis tras la muerte de su representante. Si bien consumía drogas, esta práctica prontamente se convirtió en una adicción seria y su trabajo se vio afectado.

Sandy Linter fue la única que la mantuvo sobria durante algún tiempo, pero las adicciones de la modelo llegaron a tu punto que los fotógrafos que tanto la adularon pronto la segregaron por completo de la industria.

Declive y muerte

Durante la década de los 80 Gia buscó desintoxicarse pero falló en varios intentos. La industria americana de la moda no quería nada con ella pero pudo encontrar ciertos trabajos esporádicos en Alemania. Cuando su relación con Sandy Linter se terminó, se involucró con otra chica, y juntas compartían la adicción por la heroína.

Un viejo amigo logró que la reclutasen para la portada de Cosmopolitan, pero el escándalo fue mayor cuando las marcas de pinchazos en sus brazos eran visibles pese al maquillaje. Se trataría de su última portada.

Sin dinero y de vuelta en casa de sus padres, Gia Carangi se dedicó a escribir cuentos siendo la mayoría de ellos en relación a Sandy Linter, y trabajó en un asilo de ancianos bajo completo anonimato. Si bien intentó sin éxito desintoxicarse nuevamente, terminó durmiendo en las calles prostituyéndose para conseguir una dosis.

El año 1986 tras ser internada por una neumonía, Gia fue diagnosticada de VIH. Se estima que la transmisión fue producto de una jeringa contaminada o una de la diversas violaciones que sufrió mientras mendigaba en las calles. Murió a los 26 años. Nadie del mundo de la moda fue a su funeral o presentó condolencias.

Ícono Lésbico

Gia Carangi ha sobrevivido en la cultura pop como un “ángel caído”. Sin embargo, poca importancia se le ha prestado a ser una de las primeras mujeres en vivir abiertamente su homosexualidad. Muchos aseguran que Gia era bisexual, sin embargo, la evidencia demuestra que se trató de una de las primeras figuras del mainstream en definirse sin tapujos como lesbiana.

En épocas donde la visibilidad lésbica es prácticamente inexistente, reivindicar la figura de esta modelo y mantenerla viva es importante.

Angelina Jolie interpretó a la modelo en una película sobre su vida, ganando lo que sería su primer Globo de Oro lanzándose al estrellato de forma tan estrepitosa como lo hizo un día Gia Carangi. Los fotógrafos que la rechazaron por su abuso de substancias, pronto encontraron a una modelo igual a ella que apodaron como Baby Gia. Se trataba de Cindy Crawford.

Vida y muerte, energía y paz; aunque hoy me detengo, ha valido la pena. 
Los terribles errores que haya cometido, y que habría rectificado de haber podido; los dolores que me han quemado y arañado el alma han valido la pena, porque se me permitió caminar por donde caminé. Por el infierno en la tierra. Por el cielo en la tierra. Otra vez, atrás, dentro, debajo, lejos, entre, a través, en, y encima.”

Gia Carangi.