Hay una aplicación para celulares que ha dado mucho de qué hablar… el Grindr, un chat geolocalizador que lleva 4 años presentando y divirtiendo a los gays, bi y curiosos del mundo.
Por María José Cruzat.
Mientras uno de sus usuarios, me ponía al día contándome todo esto y su experiencia, no pude evitar comparar su ‘rastreo de hombres’ con un clásico juego de video, y es que en verdad lo vi como todo un pac-man adentrándose en pasillos para encontrar a su fantasmita.
Esta aplicación está orientada al contacto directo de sus usuarios, y el estado de cada uno anuncia lo que anda buscando. De todas maneras, el uso que se le da a esta aplicación es uno básicamente, por lo que el estado del usuario parece ya no ser relevante. El usuario típico de Grindr utiliza este programa para obtener encuentros sexuales, o lo que podríamos llamar como bootycall… “Si tienes esta app en tu celular, mejor que nadie te la vea, porque tenerla es como tener un pornotube” es lo que me dijo un amigo gay, coordinador de un grupo de diversidad.
Grindr ya forma parte de la cultura pop y ha sido tema de discusión en programas de televisión como The Office y Chelsea Lately, donde el sacar el tema a discusión es motivo de burlas y de risa, por ejemplo en Chelsea su conductora introdujo el tema diciendo: Grindr is for gay guys who are trying to grind on each other… a mi parecer, Grindr no aporta en nada a dejar de lado esta concepción anticuada y retrograda del homosexual como un ser hipersexuado y promiscuo, todo lo contrario, es cosa de escuchar lo mencionado por estos programas. Paradójicamente los mismos miembros de la comunidad gay son los que contribuyen a esta percepción frívola y banal… porque después de todo, si eres usuario y conoces a alguien a través de Grindr, a este sujeto en cuestión lo escogiste de una lista de personas que se muestran a lo catalogo de supermercado.
Es verdad que los gays tienen muchas veces que lidiar con problemáticas absurdas que pueden cuartear su libre expresión, pero pienso que este programa, que se ha hecho tan popular este último tiempo, no ha hecho más que entorpecer su lucha contra la discriminación. Ahora, lo paradójico es que por ejemplo, Grindr Pro (el servicio de pago mensual) ha convertido a Grindr en un top de ventas en la tienda de iTunes en España, dominando los charts hace meses. ¿En conclusión? Si, la aplicación gay para encontrar sexo a la vuelta de la esquina está casi tan masificada como Whatsapp hoy en día.
Enlace: Grindr
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