El pasado lunes 7 de marzo, se lanzó este manual que tiene como objetivo establecer una adecuada cobertura comunicacional en organismos del Estado de Chile, comunicar sin discriminar ni caer en frases o imágenes que fomenten la creación de estereotipos sociales, relacionados tanto al rol del hombre como el de la mujer.

No incluye a la comunidad LGTB; que las mujeres ganan menos que los hombres es una realidad y que siguen sin existir restricciones respecto al contenido discriminatorio que publican los medios ni la publicidad, también.

En fin, de manera clara y didáctica el documento muestra a mujeres de diferentes edades, etnias y apariencia física desempeñándose en acciones que escapan del estereotipo tradicional de lo que se asocia -equivocadamente- al género femenino; niñas jugando fútbol, señoras canosas, obreras y científicas.

“Apoyamos la existencia de estas iniciativas, es necesario teniendo en consideración el rol que se le ha asignado a las mujeres en medios de comunicación y publicidad. Es una buena guía para romper con estereotipos que generan desigualdad y violencia de género, incluso lo justifican en muchos casos”, afirmó María Fernanda Valenzuela, presidenta del Observatorio contra el Acoso Callejero (OCAC).

Pero como bien señala el artículo de El Desconcierto, el manual no es más que una recomendación. “El documento está bien elaborado, explica bien los conceptos de estereotipo y da herramientas precisas, en ese sentido es un acierto. No había visto una guía así que fuera emanada por el gobierno. Pero el principal problema es que no deja de ser una invitación. Como no es norma ni se sanciona si se hacen ilustraciones degradantes, la lógica de usar estereotipos para generar ventas termina ganando y no se le da importancia a estas recomendaciones”, expresó Paula Hernández, antropóloga del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (Cieg) de la Universidad de Chile.

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Además de iniciativas como ésta, debe existir un mecanismo regulatorio y efectivo que sancione a los medio de comunicación y a las agencias de publicidad cuando vulneren al género femenino o ejerzan violencia a través del uso de estereotipos de género.

“Son valorables este tipo de iniciativas, pero de todas maneras creo que el gobierno está atrasado en la lucha del machismo. Lo que se ha hecho está lejos de ser una política pública y es necesario distinguir entre sugerencias y medidas que buscan impacto real. Tomar medidas como esta es fácil”, agregó Melissa Sepúlveda, activista feminista y ex presidenta de la Fech.

En el gobierno de ahora y en los anteriores, han afirmado en sus discursos que la igualdad de género es un tema prioritario, sin embargo, actualmente no hay grandes avances (una reforma laboral o eliminar los estereotipos de los textos escolares, por ejemplo). Un fenómeno que ratifica lo anterior es la desigualdad salarial; según el estudio de la Fundación Sol “Mujeres Trabajando”, las mujeres reciben un sueldo 17,2% menor que los hombres sólo por el hecho de ser mujeres.

“Uno puede saludar las buenas intenciones, pero eso no cambia las realidades que tenemos de desigualdad. La comunicación no genera cambios por sí misma si tiene políticas de igualdad que están al debe. Un debe es la presencia de mujeres como miembros de directorios de empresas, también está el hecho de que las mujeres trabajadoras en Chile tienen una diferencia salarial enorme con los hombres. Tiene que ver con la participación económica, los cargos, las oportunidades”, señaló Patricia Peña, académica del Instituto de comunicación e imagen (ICEI) de la Universidad de Chile experta en temas de género y comunicación.

Además, si el manual busca evitar la discriminación, es fundamental que incluyeran, sobretodo hoy en día, el tema de la diversidad sexual. Porque si bien el sexo es una de las variables que determina el género, existen personas que escapan de la polaridad hombre/mujer; las personas transgénero, transexuales, gays o lesbianas (LGBT)

“No aparece la diversidad sexual, eso es una ausencia porque se sigue trabajando en la misma lógica de hombre-mujer heterosexual. Eso sigue siendo muy tradicional. No hay ninguna de las comunidades de homosexuales, lesbianas, trans… todo eso esta ausente en la guía y son estereotipos de género”, señaló Lorena Antezana, magíster en Comunicación Social que se ha especializado en estudios de género.