Dos hombres alemanes quisieron probar la teoría de que invertir en criptomonedas no es cuestión de inteligencia sino que de azar, y adaptaron la jaula de su hámster para probar que cualquiera puede hacerlo. ¿El resultado? El roedor ahora supera el porcentaje de ganancias del mismísimo bitcoin.

Una rueda de ejercicios y dos túneles conectados a un sistema computacional automatizado, es todo lo que necesita un hámster para convertirse en inversionista de criptomonedas. En una oficina anexada a su jaula, un hámster llamado Mr. Doxx está desafiando al mercado bursátil realizando transacciones guiándose sólo de su instinto.

¿Cómo es que Mr. Goxx hace estas operaciones si es un roedor? Primero, cada vez que sube a su rueda el complejo software que mantiene su jaula conectada al sistema de inversión online, elige una criptomoneda de 30 opciones disponibles para transar. Una vez hecha la selección, el hámster determina si comprará o venderá esa divisa pasando por uno de los dos túneles que están conectados a microcontroladores que realizan la operación automáticamente. 

Desde que sus dueños comenzaron con este experimento a mediados de junio las ganancias de su hámster alcanzan el 24%, cifra que es más alta que los porcentajes de monedas como el Bitcoin y el S&P 500. 

La idea de este experimento según sus propios creadores, surgió como una forma de cuestionar la forma en que funcionan las inversiones en el mundo de las criptomonedas, donde muchos “invierten gran parte de sus ahorros sin tener idea de lo que están haciendo”. 

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“Bromeábamos acerca de si mi hámster lograría tomar decisiones de inversión más inteligentes que los humanos”, afirmó el dueño de Mr. Doxx (quien prefiere mantener el anonimato) acerca de su proyecto. 

Esta teoría sobre lo azaroso que es el mercado bursátil no es nueva, ya que en su libro A Random Walk Down Wall Street (1973), el economista estadounidense Burton Malkiel aseguró que un mono con los ojos cerrados tirando dardos en las páginas financieras del diario, podría hacer un portafolio de inversión que fuera tan bueno como uno hecho por expertos en la materia. ¿Será entonces que incluso hasta Hamtaro podría ganar más dinero que el mismísimo Lobo de Wall Street?