Los Incels (celibato involuntario) son una comunidad online de hombres hetero que odia al mundo y en especial a las mujeres porque no quieren acostarse con ellos.
A fines de abril de 2018, un hombre condujo una van hacia un concurrida calle de Toronto y mató a 10 personas. Alek Minassia, el 25 de abril, asesinó a gente inocente, sin ningún criterio ni motivación más allá de odiar el mundo en el que vive porque aún no ha encontrado el placer sexual. Detrás de él, y dentro de foros en 4chan, reddit y su propio página web, existe una comunidad de hombre vírgenes que reclaman que la sociedad los tiene manteniendo un celibato involuntario.
Estos hombres, heterosexuales de entre 18 y 30 años (incluso existen algunos de 40 años) en su mayoría blancos, se llaman a sí mismos incels (abreviación del inglés involuntary celibacy) y tienen toda una creencia detrás de por qué eso les ocurre a ellos.
Según ellos, existen razones sociales y políticas de por qué su vida sexual es un fracaso, como por ejemplo, la independencia que tomaron las mujeres al entrar en el campo laboral y la absoluta elección propia de elegir a quien quieran para involucrarse sexualmente.
Esta situación para los incels convirtió a las mujeres en seres superficiales que solo están atraídas a hombres con músculos y extremadamente bellos: a esas mujeres las llaman Stacys y a los chicos Chads. Ellos, en sus propias palabras, son una clase social oprimida por el sistema que favorece a los hombres bellos por sobre ellos, pobres, feos y solos.
https://www.youtube.com/watch?v=vbygE_9akC4
El vivir en un mundo así, según ellos, es una injusticia tan grande que tienen que tomar acciones en el asunto para vengarse de la selección natural que los puso a ellos como hombres de segunda categoría o beta males.
Ser sexualmente poco deseados por las mujeres los hace atacar desde distintos rincones, la gran mayoría detrás de sus computadores, pero existe un grupo radicalizado que cree que la violencia, principalmente contra la mujer, es una respuesta apropiada para terminar con sus problemas. Algunos, incluso, arremeten contra vidas inocentes, como pasó con Minassian o Elliot Rodger, un hombre autodenominado como incel que mató a seis personas e hirió a 14 en Isla Vista, Santa Barbara, California.
Rodger, un joven con ningún problema físico pero con una frustración inmensa, subió videos a YouTube manifestando su rabia contra las mujeres que le han negado las experiencias sexuales que se merece. Para los más radicales, Rodger se transformó en el “Caballero Supremo” (“Supreme Gentleman”) y que Minnasian indicó como héroe en un post de Facebook que subió antes de cometer el asesinato de los transeúntes en Toronto.
La solución para ellos no es entrar en el mundo normado de ir al gimnasio, preocuparte de tu vestimenta y empezar a leer algunos manuales de seducción. No, la realidad siempre es la misoginia, la inherente violencia contra las mujeres en sus discursos que dicen que el feminismo es un invento y que siempre han tenido poder sobre los hombres y sus cuentas bancarias. El aceptar esta “realidad” es tomar la pastilla negra (black pill) en contra posición a la roja (red pill), una analogía sacada directamente de The Matrix con las pastillas que se tomaba Neo para entrar y salir de la Matrix. La pastilla negra es creer que su situación no tiene solución en ellos mismos mientras exista el problema de la dominación femenina, de esta manera sucumben a los engaños del autoestima bajo y aumenta su odio por las mujeres.
Esas demandas que podrían solucionar sus problemas no son reales. Por lo general, estos son hombres frustrados con algún grado de fobia social o problemas para relacionarse con otros, además de posibles enfermedades mentales como depresión o ansiedad, que solo pueden encontrar respuestas en si mismos o en algún tipo de terapia, pero para ellos es más fácil encontrar satisfacción en llorar en foros donde son entes anónimos que buscan algún tipo de vendetta. Son hombres que, si llegan a poner en práctica la violencia que destilan por escrito, son peligrosos y atentan contra la libertad sexual de los demás, principalmente de las mujeres.
Y no existe ningún tipo de posible solución que sea apropiada para que este tipo de seres humanos sigan apareciendo en Internet. No son reales esas opciones que se declaran en la prensa, como seguir legislando sobre la prostitución y hacerla disponible para estos hombres, o la entrega de juguetes sexuales para que puedan satisfacer sus pulsiones. No, no y no. La idea no es igualar la cancha y hacer parecer que los incels son un problema que debe ser erradicado con soluciones facilistas, por más que las acciones de unos extremistas hayan tenido consecuencias fatales. Al fin y al cabo, lo que hicieron Minassian y Rodger son actos terroristas de una nueva era, con problemáticas que van más allá de la soberanía de los territorios o religiosos; son actos terroristas justificados en un odio absoluto contra la sociedad que les ha “quitado” las oportunidades de desarrollarse.
Lo peor de todo es que están en todas partes, incluso en Chile. Ojalá que ninguno de ellos sean tus compañeros de universidad o que sea parte de nido.org.