Estoy obsesionada con esos jardines en miniatura que repletan Pinterest. Se llaman terrarios y son eso básicamente; un pequeño jardín que se cultiva dentro de un recipiente, que son ideales para mantenerlos en interiores y que no necesitan demasiado mantenimiento.
Las condiciones generadas en esta especie de mini-invernadero hacen que las plantas no necesiten tanto cuidado como otras flores o plantas que tenemos dentro de nuestra casa/departamento/pieza. Son perfectos para decorar cualquier espacio y la libertad para crear uno es infinita. A continuación te dejamos las instrucciones para elaborar un terrario personalizado:
Primero debes escoger plantas que compartan características similares y de las que tengas certeza que crecen bien juntas. Se puede utilizar casi cualquier especie, siempre y cuando no requiera de muchos cuidados (helechos, musgo, crasas y cactus) y que no vayan a crecer por encima del recipiente que contiene el terrario. Son mejores candidatas aquellas que prefieren la sombra y toleren altas temperaturas y niveles de humedad. Con respecto al recipiente, lo único importante es que sea lo suficientemente profundo como para contener las raíces.
MATERIALES
Tierra: ligera y con mucho drenaje. Será mejor si incluye turba o musgo. Para comprobar el drenaje, coloca un poco de tierra en tu mano, mójala un poco y aprieta el puño. Si la tierra es pesada, se mantendrá junta cuando abras tu mano. Si es ligera, se desmoronará. Mézclala con vermiculita en una proporción de 3:1.
Piedras o gravilla: colocadas en la parte de abajo, colaborarán con el drenaje. Para ello, su tamaño no debe exceder los 0,5 centímetros. En la parte superior, le darán un lindo acabado al terrario.
Carbón activado: será el responsable de mantener la tierra fresca. Lo necesitarás a menos que tu recipiente tenga un agujero en la parte de abajo para drenar el agua. Podrás adquirirlo en tiendas de jardinería o acuarios.
Musgo: colocado en el fondo del terrario, funcionará como una esponja que absorberá el exceso de agua.
Guantes: serán especialmente útiles para manipular el musgo, ya que necesitarás protegerte para evitar un contacto directo con los hongos. También deberás usarlos para agarrar el carbón activado.
Decoración: busca elementos que no se dañen con el agua como conchas, piedras, o cualquier ornamento que se utilice en las peceras.
PROCEDIMIENTO
- Hay que limpiar muy bien el recipiente que se va a utilizar. Si es necesario lávalo con jabón antibacterial para eliminar cualquier tipo de residuo.
- Coloca una capa de aproximadamente 2,5 centímetros de gravilla o piedras mezcladas con una buena cantidad de carbón.
- Añade una capa de musgo para evitar que la tierra se filtre hacia la gravilla y para además, eliminar la cantidad de agua dentro del recipiente.
- Agrega la tierra. La cantidad dependerá del tamaño del recipiente y la longitud de las raíces de las plantas. Aplástala suavemente para nivelar la superficie.
- Traspasa las plantas de sus recipientes originales al terrario. Asegúrate de eliminar el exceso de tierra de sus raíces y luego introdúcelas en los hoyos de tierra.
- Es importante que las hojas no toquen el vidrio ya que eso podría favorecer el desarrollo de pestes u hongos.
- Agregar decoración es opcional. Sin embargo el musgo y las piedras evitan el crecimiento de malezas.
- Riega el terrario hasta que las piedras de la parte inferior estén mojadas.
CONSEJOS
- El vidrio amplifica la luz, es por esto que no es recomendado poner el terrario ante una fuente de luz directa.
- Conserva el terrario en los interiores de tu casa y evita los cambios drásticos de temperatura.
- Por lo general, deberás regarlo cada una o dos semanas (a ecepción de los cactus, que se riegan una vez al mes)
- Si ves malezas o partes marchitas, retíralas de inmediato. Así evitarás que se propaguen o dañen las plantas y tu terrario durará más tiempo.