Cada día que pasa escucho más historias de amigas “influencers” o consideradas por el medio como “it girls” chilensis que han comenzado una guerra contra la otra por seguidores.
Exactamente. Así tal cual. Amistades de años han terminado por la lucha interminable de crecer en redes sociales.
Hace poco empezó a circular la creepy historia de una Instagramer que encontró la cuenta de otra chica que le copiaba sus fotos. Lo más raro es que estas fotos son de centenares de lugares alrededor del mundo y están tomadas en el mismo ángulo.
Lauren Bullen (@gypsea_lust ) denunció a @diana_alexa, porque en buena onda, las fotos eran demasiado exactas como para no preocuparse. Muchos medios cubrieron la historia e incluso la Instagrammer original ganó 200.000 seguidores gracias a esta historia.
Aquí está la cuestión: Insider hizo una investigación donde encontraron que el mail de @gypsea_lust estaba asociado a la cuenta de Twitter de @diana_alexa. CHAN.
Las teorías son diversas, desde que son amigas viajando juntas y Gypsy decidió que sería una buena estrategia de marketing armar esta copia falsa (le dio resultado), o que Diana Alexa es una master del photoshop y está insertándose en las imágenes de la famosa travel blogger.
SEA-CUAL-SEA la razón de esta fucking locura, no me queda otra que preguntarme: ¿Hasta qué punto ha llegado la locura por los seguidores? Hay personas que viven de esto, pero la validación social pasa por bastantes más aristas que los seguidores en redes sociales.
Después de todo este escándalo ficticio, @gypsea_lust se hizo millonaria en seguidores y @diana_alexa pasó a mejor vida. Existe su cuenta, mas no tiene fotos ni seguidores.
¿Cuál es la verdad?