Javiera Vidal hace de cada uno de sus tatuajes hand poke un ritual.
Javiera Vidal empezó a tatuarse a los quince años, pero nunca pensó que se dedicaría a eso de oficio. Después de vivir un tiempo con un tatuador, le comenzó a llamar la atención ver cómo él pasaba el rato rayando las frutas de la casa hasta que dijo “quiero intentarlo”. Le dijo a su amigo y esa misma tarde el frutero quedó lleno de limones tatuados.
“La primera vez que tatué me dio mucho nervio y no me sentí cómoda. Me frustré mucho y mis amigos se dieron cuenta. Ahí fue cuando uno me sugirió que intentara probar otra técnica”, explicó. El hand poke es uno de los métodos más antiguos de tatuaje y funciona sin electricidad; la motricidad fina del tatuador es su máquina y como herramienta utilizan solamente una aguja, que puede ser de diversos materiales, y tinta.
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Javiera empezó a dedicarse a los tatuajes hace un año y lo eligió hacerlo con esta técnica porque “es más delicado y me gusta ser minuciosa a la hora de trabajar. De inmediato pensé que podía ser lo mío y así fue”.
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Cuando probó esta nueva técnica, la incomodidad y frustración que le produjo la máquina se fue de golpe y la esperanza de poder convertirse en tatuadora volvió a ella. “Es una técnica mucho más lenta, pero eso es lo que me gusta. Tiene muchos beneficios, entre ellos que cicatriza más rápido y es menos invasivo”, asegura Javiera.
Lo que destaca de este trabajo es que el acto de tatuar se convierte en un ritual: “compartes mucho tiempo con la persona que estás tatuando, por eso creo que es para un cierto tipo de personas que buscan vivir otros tipos de experiencias”. Ella explica que en Chile aún no es tan conocida por la falta de difusión y de personas que ejerzan esta técnica, a diferencia de países como Alemania o España, donde hay estudios completos que se dedican al hand poke y donde se remunera apropiadamente según la cantidad de trabajo que signifique cada tatuaje.
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La joven tatuadora trabaja en un estudio al que nombró Black Paradox y asegura que gracias a la magia que existe detrás de cada tatuaje que hace, las mujeres se ven mucho más interesadas a tatuarse con ella que los hombres. “Solamente he tenido buenas experiencias dentro de este mundo”.
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