El trabajo de la neoyorkina Jessica Dimmork, que por estos días expone en una galería de España, ha sido premiado y alabado en todos lados donde se presenta. Y no es de extrañar, porque en su curriculum muestra una extensa experiencia en diversos medios como colaboradora freelance para The New York Times Magazine, HBO, The New Yorker, Newsweek, Rolling Stone, entre otros.
Antes de la heroína:
En esta ocasión, producto de la suerte y recorrer las calles, claro, termino siendo invitada por un dealer a un departamento cuyo dueño era un actor jubilado con mal ojo para elegir arrendatarios, en el exclusivo Manhattan, pero en este caso, solo vivían heroinómanos, que en su mayoría eran gente de clase media alta que terminó perdiéndose por el exceso.
La fotógrafa, que es considerada como una de las mas destacadas del momento a nivel mundial, se obsesionó con ellos al punto de visitarlos regularmente durante 3 años. Logró captar de la manera mas visceral posible la dura realidad que tienen que enfrentar cada día. Con mucha paciencia, esperaba el mejor momento para sacar su cámara y disparar. No quería que posaran ni nada. Acá la realidad habla por si sola. Vemos peleas a combos entre parejas, sexo en la calle, cicatrices, tatuajes, o una embarazada inyectándose heroína directo a la vena. Las imágenes impactan, pero después dejan pensado.