El primer muppet autista de Sesame Street hizo su debut este mes en el programa de televisión, después de llevar dos años con apariciones en otros medios.

Plaza Sésamo está al aire desde 1969 y acompañado a generación tras generación que se ha sentado frente al televisor a abordar temáticas que van desde los números hasta combatir la obesidad infantil. El programa, además, se ha destacado por incluir muppets (los títeres) que potencian la diversidad dentro de un mundo inspirado por el creador de los Muppets, Jim Henson. El equipo ha incluido al grupo de los clásicos muppets a Kami una niña de 5 años que tiene VIH y a Zari, una niña afgana.

La última creación es Julia, una niña pelirroja de cuatro años que se incorporó al equipo de Sesame Street para explicar el autismo a los niños. La entusiasta personaje que tiene problemas para comunicarse se introdujo en el capítulo donde Abelardo o Big Bird está muy confundido por que no sabe como interactuar con Julia.

Abelardo cree que Julia lo ignora por alguna razón y después ella no le responde a un “¡dame esos cinco!”, lo que lo decepciona mucho. “A veces las personas con autismo pueden hacer cosas que son confusas para uno”, le explicó el residente humano Alan a todos los personajes. A pesar de que el autismo de Julia se menciona varias veces, en ningún momento se le refiere como una discapacidad o condición.

La escritora de Plaza Sésamo por más de 20 años, Christine Ferraro, pidió ayuda a organizaciones que trabajan con personas autistas para construir el nuevo personaje que ayudará a los niños a entender y aceptar a sus compañeros con este trastorno de la comunicación. La titiritera Stacey Gordon, que es la que está a cargo de darle vida a Julia, tiene un hijo con autismo, por lo que el staff creyó que ella era exactamente lo que necesitaban para el programa.

“Es complicado, porque el autismo no es una sola cosa, sino que es diferente para cada persona autista“, explicó Ferraro. El staff del programa recurrió a expertos para poder identificar lo que iría mejor con un niño de ficción autista, pero también querían que los personajes que ya todos conocemos reaccionaran apropiadamente.

Cuando Julia empieza a saltar de emoción cuando juegan a las pilladas, Elmo, Abby y Abelardo se unen, convirtiéndose este en un juego más inclusivo. “Esto es una manera fácil de demostrar que con pequeñas acomodaciones todos pueden encontrarse con ella”, explicó la escritora de Plaza Sésamo.