A sólo un par de meses del anuncio del line–up oficial, dos de los artistas más pedidos por el público descartaron su participación en Coachella y pone en aprietos al departamento de contrataciones del festival.
Entre las especulaciones sobre el posible cartel de Coachella 2025, se rumoreaban dos grandes premisas: Kendrick Lamar presentaría un nuevo álbum en vivo y Rihanna marcaría en ese escenario su regreso triunfal a la música. Pero lo cierto es que hace unos días, ambos descartaron estas teorías.
¿Las razones? Lamar fue el primero en descartarse. El rapero, que ya ofreció un concierto en el desierto de Colorado en 2017, tuvo dos motivos de peso. El primero, porque será el protagonista indiscutible del Half-Time Show del Super Bowl (lo que ya significa para él y su equipo muchísimo trabajo). Y el segundo, porque posterior a la gran final de la NFL planea anunciar una amplia gira propia, buscando capitalizar de mejor manera el enorme éxito que ha tenido este año.
Rihanna por otro lado, ha continuado centrada en su imperio de negocios al margen de la industria. A Fenty Savage (línea de lencería) y Fenty Beauty (línea de cosmética), la –ahora más empresaria que cantante– ha dado la bienvenida a Fenty Hair (línea de cuidado capilar). A esto se suma el hecho de que RiRi se encuentra en un proceso de re–descubrimiento artístico, con el que busca darle un giro radical a su identidad musical.