Esta semana y a sus 46 años, falleció de causas naturales y en el sueño, Koko, la extraordinaria gorila que sabía lenguaje de señas y tenía capacidades artísticas. El 2011 Tao Lin escribió un extenso ensayo sobre ella que fue incluido en el libro compilatorio “Nadie sabe por qué estamos acá” de la editorial Los Libros de la Mujer Rota que tradujo Jorge Nuñez.

Koko

Por Tao Lin / traducción de Jorge Nuñez

Koko nació en 1971 como Hanabi-Ko en el zoológico de San Francisco. Fue descrita como “pequeña”, “desnutrida”, “enfermiza”, “alegre y curiosa”. A los 12 meses, sufriendo de una desnutrición cercana a la muerte, fue separada de su madre biológica y adoptada por Penny Patterson, una estudiante graduada de 24/25 años, quien comenzó a enseñarle el lenguaje americano de las señas (LSA).

The Education of Koko, un libro acerca de las experiencias de la Dra. Penny Patterson como madre y profesora de Koko, fue publicado en 1981 con una cita de la misma Koko en la portada: “Fine animal gorilla”.

Hoy Koko puede comprender 2000 palabras de inglés hablado y más de 1000 señas de LSA. Su plácida, estrafalaria, surrealista e idílica vida, un tanto misteriosa al interior y exterior en el Norte de California con gatos/perros/humanos, y ningún otro gorila, es nutrida, documentada y promovida por la Fundación Gorila vía Twitter, Facebook, Youtube y Koko.org, de una forma especial y consistente, con fotografías subtituladas (KokoPix), videos (Kokoflix), anécdotas escritas del personal (KokoBLOG), la cobertura de los auxiliares y una breve descripción de sus actividades diarias y comunicados.

A pesar de la fuerte disminución de la cobertura de los medios en la década pasada (en los 80´ y 90´, ella interactuó en un video con William Shatner y Robin Williams, apareció de brazos cruzados en el New York Times: “Koko, una gorila que los investigadores dicen que tiene un vocabulario estimado de más de 500 palabras en el lenguaje de las señas, lloró después de que se le informara que su gato había muerto, dijeron funcionarios este martes”, y fue objeto de un documental de larga duración, por lo menos 3 libros, y un especial de TV/VHS narrado por Martin Sheen).

Koko es probablemente aún la gorila no-ficticia más famosa que ha existido nunca, o que jamás existirá.

LA FUNDACIÓN GORILA

Fundada en 1976 por el Dr. Penny Patterson –que parece haber permanecido en diario contacto con Koko desde ese entonces, incluso antes– para “salvar a los gorilas de la extinción, e inspirar a nuestros niños a crear un futuro sustentable para todos los grandes simios”, la Fundación Gorila es una corporación pequeña, muy unida, dedicada, enfocada, segura, sin fines de lucro, con categoría 501c3, con la capacidad de divulgar fácilmente una gran variedad, y a largo plazo, en la etapa anterior a Internet, de memes, a través de 6-15 caracteres, todo conectado a la existencia de Koko, ya que se podría decir, que es el navío que sin el cual la Fundación Gorila no podría expresarse –casi trascendentalmente– de forma continua.

Los personajes del elenco de la Fundación Gorila (Smoky “el gato”, Flower “el perro”, Ron Cohn “el fotógrafo principal”, Ndume “El gorila de Silverback”, Jana “la cuidadora”, Andrea “la cuidadora”, etc.) tienen nombres e imágenes basadas –o “inventadas”– (en servicio de suscitar la intimidad y diversión, en vez de, como yo lo siento, de transmitir el bien/mal), de un juego de RPG bit-16, tal vez específicamente el Final Fantasy III.

Uno casi parece “jugar” con la presencia de Koko en Internet, “explorando” calmadamente, “guardando” un juego cuando está terminado, regresando horas/días/meses más tarde para continuar desde la sesión anterior, exceptuando que aquí el juego es imposible de ganar (pero puede haber multijugadores, creo, teniendo una conversación por Gmail con un amigo, mientras ambos navegamos la presencia de Koko en Internet, enviándonos el uno al otro enlaces relacionados con Koko).

Atractiva e interesante, para mí, la Fundación Gorila –a pesar de ser una organización sin fines de lucro con una misión establecida y concreta– no tiene miedo de expresar abiertamente la información que es tonalmente vaga, “políticamente incorrecta” o potencialmente irrelevante/perjudicial para su misión, por ejemplo:

  1. Una de la imagen de Koko sacada por Ron Cohn, con un fondo cercano, mirando hacia abajo con una expresión facial seriamente deprimida, mientras Koko mira hacia la cámara con la boca muy abierta. La expresión de Ron Cohn no se relaciona con el pie de foto o el título de la foto (“¡Koko expresiva!”) porque, creo, que la Fundación Gorila no está reconociendo, o 120 t a o l i n de alguna manera, aplacando la expresión facial deprimida de Ron Cohn, sino que está transmitiendo que está cómoda con la realidad que no todo el mundo está, incluso que una organización no lucrativa, puede mostrar felicidad o expresiones faciales todo el tiempo.

  2. Otra foto es del trasero desnudo de Koko, mientras parece que ella se está alejando de la cámara, hacia algo en la distancia, y se titula “el trasero de Koko” lo que parece tener cierto “humor seco” que recuerda a un estudiante universitario que toma una foto a su compañero de habitación borracho y desnudo, y que la titula “el culo de Frank”, subiéndolo a Facebook o a su blog.

  3. La lista de deseos de Koko contiene dos DVDs filosóficos/ espirituales que son evidentemente, y de forma cómica, para los seres humanos del staff de la Fundación Gorila: DVDs for the Gorillas (email [email protected] to donate)

TITLE

  1. Beautiful Girls

  2. Cousins (serie of 3 DVDs on great apes)

  3. The Princess Diaries

  4. Qi Gong DVD(s) (by Lee Holden)

  5. Rene Feusi (Meditation, Emptiness & the Spiritual Path)

  6. Robina Courtin (Why it is so Difficult to be Happy, etc.)

… y que hace referencia a sentimientos convencionalmente inexistentes en las organizaciones sin fines de lucro (“vacío”, “infelicidad”), ya que ello “parece deprimente”, pero aquí se presentan de forma consecutiva, sin reservas ni explicaciones, casi como si estuvieran en oposición a los DVD “positivos”, convencionales que podrían haber sido incluidos ahí.

La Fundación Gorila, como un árbol o una nube u otra cosa de la naturaleza, parece presentarse, y en su mayoría, sólo a un ideal, abstracto, para una audiencia interiorizada –una que no se cuestiona la sinceridad o la intención, que no requiere justificación o significado, que preferirían que la Fundación Gorila no hiciera una pausa (para defenderse, para permitirle a otros tener tiempo para comprenderlo) pero que continúa siempre con lo que ya se está haciendo.

De esta manera, la Fundación Gorila existe más en la realización de sí misma que en oposición a otra cosa, lo que implica, en cierta medida, que no cree que sinceramente –nada– “necesite” existir o en lo que es “correcto” o “incorrecto”, más bien que su “misión” es un concepto transitorio, creado por sí misma, dirigida por sí misma, aquello sin lo cual la [Fundación Gorila] no existiría.

Koko

LA MARCA KOKO (VÍA LA FUNDACIÓN GORILA)

Los principales memes de la Fundación Gorila –[determinado gorila] [verbo asociado a los seres humanos] [tema asociado a los seres humanos] –no siempre usan a Koko (a veces usaron a Ndume, el fiel “compañero” de Koko, o Michael, quien murió en el 2000 de una insuficiencia cardíaca y fue descrito en su obituario como: el mejor amigo de Koko), pero es con Koko cuando, con su situación única y alienada y su fuerte “marca personal”, cuando los memes de bajo nivel trascienden el vacío emocional de la comunidad meme, y se vuelven más como “cosas de arte”, y a pesar de que carecen del potencial viral de los memes, son tal vez más útiles como calmantes –más que distractores temporales– por cuestiones existenciales, tales como los límites del tiempo, la muerte y la confusión; y por lo tanto más memorables y perdurables.

La Fundación Gorila ha generado una variedad de memes…:

Viendo comedias románticas.

Disfrutando sus películas “favoritas” (Mujer Bonita, Empleada en Manhattan, Quisiera ser grande).

Sosteniendo pequeños gatitos, muñecas de bebés humanas, o muñecos “Troll”.

Usando el hilo dental.

Pintando con el dedo.

Leyendo cartas de admiradores.

Siendo rascada su espalda por la sonriente doctora Penny Patterson.

Autofotografiándose.

Celebrando cumpleaños y vacaciones con “fiestas” o disfraces.

Escalando cosas en su recinto al aire libre.

Sentándose en el pasto a la luz del sol, de forma ligeramente aturdida, como un gato.

Comiendo semillas de chía, brotes de acacia y rosas rojas.

Pelando “delicadamente” naranjas y comiéndolas.

Generando estrategias sobre cómo obtener “ganancias” ( juguetes o alimentos colocados en áreas fuera de alcance, sin el uso de la creatividad).

Interactuando con las celebridades en situaciones en las que ellos parecen categóricamente más interesados en ella que en ellos mismos.

Recostada entre los juguetes en la forma en que lo hiciera un “borracho-superado” entre sus restos personales.

“Haciendo listas”, posteándolas en las paredes, mientras sostiene un lápiz de manera profesional.

… que con Koko como con su grupo han agregado, en algún momento, desde hace 20 a 40 años, una clase de marca, difícilmente-para-hablar-mierda-seriamente, de una extravagancia extrema, marca que parece haber llegado a existir gradualmente, sobre décadas, independiente de las oportunidades o de aquellas obsesiones culturales a corto plazo y sin logotipos, o capturar las frases o autodescripción no objetiva (la primera página de koko.org no contiene adjetivos que remitan a Koko), casi como un “accidental” efecto secundario que simplemente satisface las necesidades existenciales y evolutivas de Koko, documentada públicamente.

Uno puede discernir la naturaleza accidental de la marca de Koko mirando fotografías de ella y sentirse incapaz de identificar fácilmente el período de tiempo o clima cultural a diferencia de las marcas de, por ejemplo, David Bowie o incluso Woody Allen, cuya relativa y ligera inflexión cultural, en términos de estética, es todavía suficiente para colocar una foto de él en una década).

Al igual que el sistema cerrado del Universo –auto-definido, expandiéndose defectuosamente, átona en la medida que abarca todos los tonos– la marca de Koko se sobrepone por completo (o casi por completo) con su existencia, nunca parece cambiar, sin embargo, no es, por definición, fija.

El resultado es que Koko puede hacer o “decir” cualquier cosa y eso fortalecerá su marca. Ella nunca parecerá “fuera de lugar”, porque ella ha mostrado una gama de tonos y comportamientos amplios y de gran alcance, suficientes; ella ha adquirido, entre otras cosas, las cualidades a prueba de quiebra de la grandes empresas que se ha expandido a muchos sectores, y que ya no es identificable con un producto y ahora está, trascendentalmente, fuera del espectro del éxito v/s el fracaso.

Curiosamente, involucrarse en violentos u otros comportamientos directamente inmorales – definidos ahí como “aquello que, dentro de un contexto, y en comparación con algo más dentro del mismo contexto, aumenta el dolor y el sufrimiento de los que están adentro del contexto”– parece ser la única manera en que Koko podría arruinar su marca en algún grado.

En un universo donde la única dirección innata, sin duda, de los seres conscientes es “evitar el dolor”/”buscar el placer”, el mantenimiento de la marca de Koko es a la vez evolutiva, existencial, moral/y políticamente atractiva de una forma que uno se podría imaginar diciendo cosas como: si Sartre estuviera vivo hoy, él podría considerar a Koko, no al Che, el ser “el más completo [la entidad] de nuestra época”.

ASPECTOS ESPECÍFICOS DE LA MARCA DE KOKO:

HUMOR INEXPRESIVO

Uno asume, que la marca específica de Koko de “inexpresividad” –producto de la mayoría de las cientos de fotos/ videos de ella exhibiendo expresiones faciales neutras en contextos que, como gorila, pueden parecer desde preocupantes a “sombríos”– es accidental, ya que no concuerda con un efecto cómico, y su experiencia de la realidad concreta es de un nivel bajo, consciente de sí misma y no un arrebato desagradable.

Pero en ciertos momentos de la vida, usualmente mientras te sientes relativamente contenido, te duchas de forma calmada después de despertar a las 5 p.m., y la sospecha de la existencia de Koko es absolutamente “aceptada con una cuidada calma, mostrando poca o ninguna implicación emocional o personal comprometida”, o “sin expresión”, y esto parece ganar protagonismo, moviéndose de una manera autoimpulsada hacia lo real, como un neurosis que se convierte en locura, aunque principalmente de una manera controlada, para divertirte a ti mismo.

Al igual que con los gatos o los hámsters, especialmente los que se ven en las pantallas de un computador, uno se siente reacio al habitar plenamente la visión del mundo sombría que quisiera negar al 100% la capacidad de Koko para discernir y manipular su tono. Uno piensa que a veces es posible, mientras observa distraídamente koko.org a las 4 a.m., que la aceptación de Koko de su próxima inexistencia es lo que hace que su expresión facial sea de “relajarse” en momentos de estrés, en contra –especialmente para los gorilas– a un comportamiento convencional de tensión aguda.

La Fundación Gorila parece promover esta interpretación de Koko, aumentando la profundidad emocional de su estilo mediante la promoción de pensamientos como: “Koko soporta las situaciones con calma, al permitir la sensación de que ´está bien morir` para neutralizar la mayoría de sus emociones negativas”, y esto debe entenderse sin nada de sarcasmo, pero con un poco de identificación y, si es posible, con satisfacción emocional.

EXPRESIÓN FACIAL NEUTRA

La “expresión facial neutra” de Koko se caracteriza por los ojos “saltones”, una “mirada muerta”, y su “cabeza montañosa”, de las cuales solo la boca, al parecer, puede moverse visiblemente. En la extraña foto donde Koko aparece haber elegido de forma explícita no mostrar una expresión facial neutra, ella parece casi agresivamente sarcástica y está en última instancia, completamente frustrada –de una manera, sin embargo, en que el espectador cree, aún más ahora, que la actitud neutral de Koko es inherente, incontrolable.

En una de las fotos la boca de Koko está “ampliamente abierta” como la boca de una mujer joven enérgica y segura en un partido de fútbol de universidad que ha bebido seis cervezas, pero todas las otras áreas de la cara de Koko parecen firmemente neutrales, en un grado que “neutral” todavía parece ser la descripción más precisa de su expresión facial (uno percibe simplemente que la boca está ampliamente abierta y de forma temporal, de una forma sin sentido que puede ser completamente ignorada).

Imaginar una expresión facial confusa en la parte frontal de la cabeza de Koko es como imaginar una manzana al centrarse exclusivamente en una imagen de una naranja.

Imagine a Koko sola en algún lugar, abrazándose a sí misma y llorando. Ahora concéntrese en su expresión facial. ¿Le parece neutral? Incluso con la fuerte influencia del contexto parece que no puedo –sin actuar una imagen grotesca irreal o villana, como el mal y por lo tanto enojada cuando está neutral– imaginar a Koko con cualquier expresión sino con una expresión facial neutra, incluso si ella fuera a mostrar una expresión facial totalmente enojada o deprimida.

Cuando uno se encuentra con una paradoja como esta (y uno lo hace a menudo, con la marca de Koko) uno puede ignorarla pensando en otras cosas o uno puede obligarse a que “tenga sentido”, distorsionándola –o uno puede recibir la paradoja en su totalidad, sin asimilarla, pero asimilarnos nosotros mismos a ella, y, al hacerlo, aumentar el espacio metafísico en el que fenómeno puede ser utilizado y experimentado.

CABEZA MONTAÑOSA

El tamaño y la forma de la cabeza de Koko –más larga y más sobresaliente que la de los otros gorilas que he visto en Internet– permite a Koko transmitir, sin esfuerzo y de forma continua, una neutralidad estacional, arquetípica, cósmica. Uno observa la cabeza de Koko e intuye automáticamente, hasta cierto punto, la indiferencia del Universo (a través de las asociaciones subconscientes: “montañosa”, montaña, árboles, hojas, estaciones, el movimiento de la Tierra alrededor del Sol, los movimientos de estrellas alrededor de los agujeros negros).

Al percibir las enormes partes de la cabeza de Koko, con forma de piña –o parecido a una piedra, dependiendo del ángulo– y sin rostro, uno también cede a “querer/necesitar saber”, sintiéndose vulnerable al misterio, qué hay dentro de la parte de la cabeza de Koko que se extiende en la parte superior “original”.

Con un poco de esfuerzo, uno sólo percibe explicaciones “ridículas” –que es en realidad el pelo que todos los gorilas juntan con sus manos, en forma de hueso, como materia para fines de defensa; que los cerebros de los gorilas tienen forma de cono; que hay un solo músculo en el interior que puede repentinamente flexionarse para mover de forma engañosa un brazo o pierna con fines depredadores.

RESISTE CUALQUIER DESCRIPCIÓN

Koko parece tanto una limítrofe retrasada como un gran genio, su coeficiente intelectual ha sido probado como entre 70 y 90 en una escala humana (en el que por debajo de 70 es retrasado) y ella es más fluida en inglés y LSA que cualquier otro gorila de la historia. Ella parece tanto “estúpida” como muy inteligente de una forma que no tiene analogía en los seres humanos, incluso teniendo en cuenta a los “idiot savants”4 , en parte porque, un gorila ya parece “estúpido” por estereotipo, (un delfín con un coeficiente intelectual entre 70 y 90 sería, para la mayoría de la gente, totalmente inteligente).

Koko parece poco femenina: ese concepto de ella es en parte porque Koko es de una especie que se podría decir que es media masculina, produciendo un espacio en el conocimiento de uno, que en mi caso, fue llenado con la frase anteriormente sin sentido: “género exacto”. Parecía pensar: “¿Cuál es el género exacto de Koko?”, a veces, mientras distraídamente miraba koko.org, que además tiene un efecto sutil en su falta de señales de género (sin rosa/ropa azul o anhelo de un gorila macho o el uso de lápiz labial o joyas o conducta maternal hacia un gorila bebé), oscureciendo aún más el géneros de Koko, haciéndola parecer como un niño pequeño en lugar de una mujer adulta.

No es raro darse cuenta, después de períodos de tiempo que van desde minutos a semanas, que uno ha estado pensando en Koko como un niño o un hombre en ese período de tiempo. 4 Idiot savant es un término psicométrico que quiere decir algo así como “idiota prodigio”, que se aplica a personas que pueden realizar algunas proezas mentales, pero que en lo demás son retrasados.

“DELICIOSAMENTE ENAJENADA”

Koko está en contacto diario con un gorila y probablemente de 5 a 15 gatos/perros/humanos. Ella nació en un zoológico, alejada de su madre biológica, y criada por un ser humano al que relaciona con su madre, a pesar, de acuerdo con la Fundación Gorila, de saber la diferencia de las especies.

A ella se le enseñó a comunicarse mediante el lenguaje de una especie diferente a ella. Su función, casi durante toda su vida, y la cual aún no alcanza su objetivo, es de mudarse a un recinto en Maui que simulará de mejor manera su ambiente natural –en África ecuatorial, donde ella nunca ha estado– y la mayor parte de su vida está ahora documentada en Internet, probablemente sin su conocimiento o comprensión.

Sin embargo –como un niño en una fantasía que se escapa de lo mundano o de la terrible realidad del mundo de los elfos, trolls, magos– la situación de Koko de alguna manera parece mágica, cada vez más interesante, emocionante, casi lo contrario de enajenada.

EFECTO “PAYASADA”

Imagínate a Koko viendo a un reportero cubrir un huracán desde el interior del huracán, navegando en Facebook, o mirando una fotografía “granulada” de un extraterrestre con cabeza grande –o haciendo cualquier cosa en la que no esté moviendo su cuerpo, extremidades o la cabeza– , y notarás, débilmente y luego con repentina claridad, que cuando Koko se dedica a una actividad fija la situación parece con firmeza una “payasada”, que es un género del humor basado por completo en la violencia y el movimiento completo del cuerpo.

CONSONANTE-VOCAL-CONSONANTE-NOMBRE VOCAL

Koko nació como Hanabi-Ko (en japonés significa “niño de fuegos artificiales”), pero rápidamente se hizo conocida como “Koko”, adquiriendo un nombre cuya forma ha demostrado su eficacia a través de culturas y períodos, desde las empresas (Bebe), hasta las personas (Bebe Zeva), los nombres de mascotas (Bobo), los autores (Kobo Abe), restaurantes (Koko!), estrellas (Lady Gaga).

Uno sospecha que su marca podría ser severamente menos convincente, que ella podría estar “sin hogar” o muerta después de haber sido comprada por un zoológico en el interior de Rusia, si su nombre fuese Susan o, al igual que sus compañeros gorilas, Ndume o Michael, nombres que parecen carecer casi con orgullo de la falta de valentía, intrepidez y naturalezavanguardista de un Kobo o Koko o incluso Coco.

PROBLEMAS FINANCIEROS

A pesar de la cobertura de PBS, National Geographic, The New York Times, The Onion, múltiples videos de YouTube con más de 200.000 visitas, siendo presentadas en la rutina de stand-up de Robin Williams, siendo la inspiración para Amy en Congo de Michael Crichton, y con el patrocinio de Sting , el ya mencionado Robin Williams, Gloria Steinam, y otros, convencional y masivamente exitosos, hasta el punto de la seguridad financiera, parecen haber esquivado a Koko y uno de sus 3 objetivos en la vida, por lo menos desde 1993, que ha sido moverla a un hábitat en Maui, ya que sólo la mitad de los fondos se han recaudados en 17 años.

Quizás Koko no es capaz de lograr el éxito de una Madonna o un Michael Jordan, porque su marca es inherentemente indescriptible dentro de la técnica periodística convencional (una frase “no aburrida” seguida de un número de otras frases “probando” la primera frase), debido en parte a su carácter multidisciplinar y que ella carece de la clase de enfoque estratégico que puede manifestarse como autoparodia, que parece necesaria para la cobertura extrema de los medios.

Puede ser simplemente que porque ella es un gorila hay un “tope” en su nivel de fama o de comercialización, en la que los seres humanos no pueden identificarse plenamente con los gorilas.

A menudo, al parecer, uno se siente interesado en Koko durante días o semanas, mientras que en un cierto estado de ánimo, y de repente no se siente nada por Koko –no se “siente” nada por Koko–. Los medios de comunicación, potenciales patrocinadores, y Hollywood pueden estar al tanto de esto y deliberadamente se mantienen alejados de Koko, a tal grado que los problemas financieros se han convertido en una parte de su marca.

NATURALEZA MALEABLE

Las siguientes 4 perspectivas de Koko muestran que, aunque idiosincrásica y distintamente, ella también es una especie de “pizarra en blanco”, capaz de ser transportada con éxito en una variedad de maneras:

  1. Una búsqueda en Wikipedia de Koko genera 6 materias relacionado a “personas, animales y plantas”. La Koko de este ensayo, aparece cuarto –arriba del “Emperador K”, el emperador 58° de Japón”–, y está descrito como “Koko (gorila), un mono que se sometió a la formación de la lengua de los signos”. Con este enfoque de la información, que parece hecho incluso sin autoridad, la descripción inicial de Wikipedia presenta a Koko tan insignificante, común y vagamente inexistente.

Uno se imagina que miles de gorilas han recibido una formación en el lenguaje de los signos, y que eso es aburrido, repetitivo, un programa sobre todo sin éxito, soportado por estudiantes graduados por razones burocráticas relacionadas con la obtención de un título.

  1. Un artículo de PBS, forzado, en el que se justifica preventivamente cada tema en el que se enfoca, comienza como: “Koko la gorila que ha aparecido en THE NEW YORK TIMES, su rostro ha aparecido en las portadas de revistas de prestigio, 3 libros se han escrito sobre ella, y los científicos se detienen en cada una de sus palabras”.

Una entradilla que parecería sarcástica en la mayoría de los contextos (no parece probable que una organización sin fines de lucro como PBS sería sarcástica de esta manera) presenta a Koko como icónicamente poderosa, extremadamente famosa, profundamente interesante casi como un Dios (“científicos se detienen en cada una de sus palabras”).

  1. Al ser entrevistado en 2009 por la BBC sobre su visita con Koko, William Shatner dijo: “Yo [estaba] asustado de morir”, entonces relata cómo se acercó a Koko en repetidas ocasiones diciendo: “Te amo”, y Koko respondió mirando con “ojos marrones” antes de “medir”, o agarrar los genitales de Shatner desde abajo.

  2. En la rutina de stand-up de Robin Williams, relata cómo Koko quería que él “levantara su camisa”, cosa que hizo, después de lo cual “[Koko] extendió la mano y agarró mis dos pezones […] Ella me agarró de la mano y comenzó a llevarme a la parte de atrás”. El video de YouTube se refiere a la gorila como: “Coco la gorila de Silverback”, posiblemente para denotar que esa rutina, aunque es autobiográfica, es ficticia –esto en función de una comedia falsa.

ESCÁNDALO SEXUAL DE BAJO NIVEL

Este período en la vida de Koko, documentado en su página de Wikipedia entre “Los gatos de Koko” y “Cultura popular”, como “Acoso sexual”, fue cubierto por San Francisco Chronicle con un artículo titulado “´La Fundación Gorila` sacudida por la demanda de exhibición del pecho”, con el lema “Los ex empleados dicen que se les dijo que expusieran los pechos”. El artículo cita a 2 empleados que afirmaron haber sido despedidos porque “se negaron a exponer [su] pecho [s] espalda para que Koko te pueda mostrar sus pezones”.

El artículo dice:

El lingüista peludo, tema de libros, videos y documentales, participó en lo que se llamó el primer chat de interespecies en Internet en 1998, atrayendo a más de 8.000 usuarios de AOL.

El fiscal de San Francisco, Stephen Sommers, que representa a Alperin y Keller, tiene una transcripción de esta charla.

“Hay una historia con esta cosa del pezón”, dijo, hojeando la transcripción y señalando la palabra “pezón” –que él había resaltado en color rosa– cada vez que apareció.

La historia, como tal, podría remontarse a la madre de Koko, que al parecer no tenía suficiente leche para alimentarla.

A partir del 21 de noviembre 2005 todos los reclamos de acoso sexual han disminuido debido a que “La Fundación y las partes involucradas llegaron a un acuerdo”.

La sección de Wikipedia termina con una oración que usa la frase “el abogado de Koko” de una manera que se podría utilizar en las clases de escritura creativa para explicar la teoría del “iceberg” de la escritura de Hemingway: “Jody Weiner, el abogado de Koko, escribe sobre Koko y el acoso sexual en el libro Kinship With Animals”.

OBJETIVOS

Los tres deseos más importantes en la vida de Koko, repetidamente mencionados a lo largo de su presencia en Internet, en la mayoría de los comunicados de prensa y en los materiales de suscripción (doné 25 dólares a la Fundación Gorila en algún momento y ahora recibo cosas relacionadas a Koko en el email), son:

#1 “Un bebé gorila para amar”.

#2 “Mudarse a la nueva reserva de gorilas en Maui”.

#3 “Que la gente sea ‘educada’ con los gorilas”.

Aunque la misma Koko enumera como segunda opción presentada mudarse a Maui, siento que, sin duda es el objetivo principal de la Fundación Gorila.

El primer movimiento hacia la mudanza a Maui ocurrió en 1993 cuando la Fundación Gorila afirmó un contrato de arriendo de 65 años para usar 70 hectáreas de “Maui Land & Pineapple Co.”, como una reserva de gorilas, de acuerdo a un artículo en “The Maui News”. La finalidad de la reserva sería establecer un hogar simulando “las selvas tropicales de África” y, en extensión, ser un “paso fundamental” para salvar a los gorilas de la extinción.

La primera acción concreta ocurrió en el 2000, cuando la fundación obtuvo los permisos necesarios y construyó una pequeña estructura, un recinto, un embalse.

En 2007 el proyecto fue descrito como “pasando por una fase de rediseño para aprovechar los avances”, lo que la mayoría de la gente probablemente interpretaría como “nunca se terminará, al parecer”, ya que no era probable que hubiera un tiempo donde los avances no estuviesen disponibles para “aprovechar” en otra “fase de rediseño”. No se han registrado avances concretos desde el anuncio de 2007, de acuerdo a la sección “Reserva de gorilas de MAUI” del sitio koko.org, el cual menciona que se han recaudado 2 millones de dólares.

Según la Dra. Penny Patterson, “todos los deseos de Koko están a su alcance. Koko podría potencialmente aún concebir o adoptar un bebé gorila, y es sabido que los miembros de su especie viven bien en sus cincuentas.

Además, se está trabajando para hacer que la reserva Maui se convierta en una realidad, y creemos que jugará un rol importante en la promoción de la superviviencia de la especie. Creemos que hay mucho que celebrar. ¡Feliz cumpleaños, Koko, buena amiga y ´persona gorila`!”.

FUTURO

De acuerdo con National Geographic, el promedio de vida de un gorila occidental es de 35 años. Aunque la esperanza de vida aumenta en cautiverio, Koko, quien cumple 40 años el 4 de julio de este año, sigue siendo mórbidamente anciana, y con solo 608 seguidores en Twitter, creación que se vende por 150-350 dólares, una marca demasiado compleja, en este punto, para que los periodistas presenten a sus editores de forma exitosa, además de la existencia de una red mundial de cada vez más poderosas corporaciones de medios enfocadas en publicitar desastres naturales, meteduras de pata de políticos, el fervor religioso, y [otros memes basados en conflictos], parece poco probable que Koko alcance cualquiera de sus deseos de vida (el tercero, para los humanos el de ser ‘educados’ con los gorilas, parece menos un deseo que un anhelo de ocio o una simple broma).

Este aspecto, convencionalmente deprimente de la vida de Koko, es un elemento destacado en los comunicados de prensa y en koko.org, tal vez debido a que la Fundación Gorila, a través de lecturas budistas y textos filosóficos y como expresión natural de su marca sin miedo, no siente tristeza acerca de esto; y debido a que la visualización de los objetivos es relevante sólo para la dirección, ellos proporcionan de lo contrario, un período sin dirección entre el nacimiento y la muerte, independientemente del logro.

En esta visión del mundo, el sí mismo es el único “logro”, después de lo cual no hay más que un “juego” medianamente sarcástico, en el cual, si hay alguno, puede ser el sentimiento básico que impulsa una marca más centrada en divertirse en sí misma, que en la calificación de si sube dentro de una jerarquía cultural, social o políticamente definida.

Nota del editor: Omitimos los dos últimos subtitulos porque sobre los tuits de la Fundación Gorila y otro con fotos de Koko.

RIP Koko <3