El fotógrafo Randy Taylor tenía 40 años de trabajo archivados en un almacén de Nueva York, al cual no pudo entrar hasta semanas después de que el Huracán Sandy arrasara con la zona.
Randy estaba consciente de la posibilidad de que su trabajo se encontrara dañado, pero no tenia idea con lo que se iba a encontrar cuando entrara a la bodega en la cual guardaba sus imágenes.
“Bajé a los húmedos, malolientes y oscuros pasillos de la construcción, que se encontraba inundada hasta el techo con agua contaminada, y lo que encontré fue un revoltijo pegajoso de papeles y cosas de 3 a 8 metros de altura. El primer día solo pude hacerme un espacio a 2 metros de la unidad ya que no podía atravesar todo el almacén inundado.”
Taylor trató de salvar la mayor cantidad de fotos que pudo pero el daño y el barro eran tan intensos que solo fue capaz de recuperar algunas decenas de imágenes de alrededor de 30.000 que tenia en almacenamiento.
El fotógrafo luego salió de la bodega y sumergió sus trabajos en una solución de alcohol para limpiar el molde y evitar una mayor destrucción… aunque el daño ya esta hecho y es probable que empeore con el tiempo.
A pesar de la triste perdida de fotografías profesionales y algunos recuerdos familiares, equipos de fotografía, computadores y registros financieros, Taylor se siente alentado por la atención que sus fotografías están recibiendo ahora, luego de haber sido intervenidas por la furia del Huracán Sandy.
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