Ayer se comunicó a través de redes sociales la desaparición de la influencer Naya Fácil, conocida por su estilo irreverente y hablar sin tapujos de sexo además de vender sus fotos desnuda para todos aquellos que se interesen por ese material. Es una figura polémica claro está, y ha cambiado bastante los paradigmas sobre a quienes seguimos en redes sociales y por qué.

Sin embargo, internet es un espacio democrático, abierto para todos y donde cada uno puede encontrar el espacio que le acomode. La fama de Naya llegó gracias al morbo y lo sabe, y la verdad, le importa poco lo que diga el resto. Esta fórmula llevó a que la instagramer acumulase un millón de seguidores en poco tiempo, mucho más que cualquier actor o tuitero reconocido dentro de las esferas que los medios tradicionales imponen.

Por eso su aparente desaparición causó revuelo en internet. No se sabía nada sobre Naya desde hace tres días. Sus últimas publicaciones databan del 12 de julio y llegaron a decir que se encontraba secuestrada luego de un ajuste de cuentas con una banda de traficantes que vinculaba incluso a otra influenciadora aunque estas son especulaciones.

Lo cierto es, que los memes y burlas en torno a su desaparición llegaron tan rápido como la noticia de su ausencia. Varios aseguran que se lo merece luego de publicar un contenido explícito, otros incluso publicaron una foto de una joven muerta en plena calle que supuestamente era Naya.

Sin embargo, Naya Fácil aparecío a medio día con un mensaje bien claro y en su estilo.

“Me desconecté un par de días para encontrar el sentido de la vida, pensar, y descubrí que vine al mundo para chupar el pico” sostuvo antes de una risotada en sus stories.

Pero lo que nos quedó bastante claro es la falta de tacto con la que algunos usuarios tratan a las mujeres justificando la forma en que son como supuesto castigo moral frente a las circunstancias. Naya Fácil agredeció y pidió perdón a las personas que sintieron un preocupación verídica por su paradero, porque el panorama actual es alarmante.

Cada día Carabineros recibe un promedio de 63 denuncias por presunta desgracia mientras que la PDI recibe unas 22; el 95% de los casos se resuelve en menos de 48 horas, pero el porcentaje restante corresponde a unas 15 mil personas de las que nunca más se volvió a saber.

El año 2015 se contó a 3 mil menores de edad desaparecidos, y la mayoría de los casos corresponde a mujeres. La situación ha ido en aumento y las autoridades afirman que las cifras en este rango etario específico son críticas.