La mejor consulta sentimental de la vida. Vía Slate

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Dice así:

“Querida Prudencia, mi novio y yo estamos en una relación de sano amor, y hemos comenzado a hablar acerca de matrimonio. Ambos queremos la misma cantidad de hijos, y tenemos el mismo punto de vista en nuestras vidas. Es presumible que esos sean nuestros hijos biológicos. El asunto es, que no estoy segura de querer dar a luz un hijo de mi novio. Aunque el es increíblemente inteligente y tiene una grandiosa personalidad, el es notablemente menos atractivo físicamente que yo. Ocasionalmente recibimos comentarios a la ligera, de nuestros amigos y familiares acerca de esta diferencia. Tener hijos biológicos para mi, nunca ha sido importante, y pienso que la adopción es grandiosa. Creo que él sería un asombroso padre con nuestro hijo, biológico o adoptado, él sería alegre de buenos modales como resultado de una buena crianza. Debería exponerle este pensar a él? Pienso que podría así el abrirse a la idea de una adopción, pero también herirlo con mi razón. Desde qué punto debiésemos discutir esto más seriamente i cómo podría yo decirle a él cómo me siento?

-Zorra Culiá”

Si yo fuera Prudencia, prudentemente respondería algo como esto:

Perra querida:

Siempre he pensado que el amor primero entra por los ojos. Si tú llegaste a enamorarte de tu pareja tanto como para pensar en el matrimonio, tomando en cuenta que esto es casi sinónimo de procrear, pienso que si tuvieras hijos con él sentirías ese mismo amor increcendo por los niños, sobretodo si llegaran a tener cierto parecido al padre, al hombre que amas, el mismo al que le juraras amor eterno frente al altar. Ahora bien, la belleza es subjetiva. Los parecidos son mucho más perceptibles saltándose de una generación a otra, cabe decir, los hijos tienen más parecido a los abuelos que a los padres. Entonces, por tu miedo de que se llegasen a parecer a tu novio, mejor fíjate en las cualidades de tus suegros. Por otro lado, más que belleza o no, todo depende de si tú portas el gen dominante. Mírate fijamente al espejo, cierra los ojos y mentaliza que en esa noche de amor fecundaras a un bebé que porte tus rasgos y verás que al cabo de 9 meses cómo es que resulta. Pero recuerda, debes concentrarte intensamente, tanto como lo haces para lograr llegar al orgasmo. Imagínate, quién sabe si los niños nacen parecidos a ti? De todas formas, más que todo, interesa la buena formación que se les inculque a los niños y que sean preparados para ser buenas personas y buenos ciudadanos, y por otro lado, sentirte orgullosa de ser madre sintiendo tu barriga inflarse con la semilla del hombre que amas. Aún más, tu mensaje me recuerda a una de las frases memorables de Albert Einsten. Cuenta la historia que, la mismísima Marilyn Monroe le ofrece la idea de tener hijos entre ellos, diciéndole algo más o menos así: si nosotros tuviéramos hijos, serian lindos como yo e inteligentes como usted, a lo que Einsten responde: o nuestros hijos serian feos como yo y estúpidas como usted. Medítalo, querida, que madres como tú no nos hacen falta.

¿Qué respuesta le darían uds?