La canción fue registrada en un estudio en el que el cuarteto, con el apoyo de invitados de como Brian Jones de The Rolling Stones y Marianne Faithfull, desataron una fiesta con silbatos y panderos para cumplir con la propuesta de Paul McCartney: componer una canción infantil. Si bien, inicialmente solo incursionaron en el título para incluirlo en el tracklist de Revolver (1966), un contrato con su productora los obligó a aceptar el rodaje de una película, idea que no les gustó en un principio, pero que más tarde marcó una etapa de su carrera.

Entre mayo y junio de 1966, Paul McCartney cumplió uno de los objetivos que tenía para The Beatles: grabar una canción infantil para que fuese parte de Revolver, álbum que se publicó ese mismo año y que marcó el inicio de una era psicodélica plasmada en canciones como I’m Only Sleeping y Tomorrow Never Knows.

Si Yellow Submarine suena como un título que se grabó en un ambiente festivo, es porque efectivamente fue registrado en un espacio con esas características. Cuando los músicos se reunieron en el estudio con el conocido productor George Martin, decidieron que la mejor opción para grabar sonidos de fondo era a través de un caos completo.

Fue así como ellos, además de invitados como el fallecido Brian Jones de The Rolling Stones y la artista Marianne Faithfull, gritaron e hicieron ruidos con todo lo que tenían a su alrededor, tales como campanas, silbatos, panderos y otras percusiones, mientras que el baterista Ringo Starr se enfocó esencialmente en registrar la voz principal.

A pesar de que los músicos pensaban que el tema solo sería uno más de su nueva publicación, este rompió más récords que lo que esperaban: se posicionó en el primer lugar en las listas de medios especializados como NME y Melody Maker en Reino Unido, mientras que en Estados Unidos llegó al segundo puesto de Billboard Hot 100

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Y si bien, el cuarteto siguió con la estética psicodélica de Revolver en la producción de álbumes como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967) y Magical Mystery Tour (1967), solo bastaron dos años para que volvieran a reencontrarse con “Yellow Submarine”, aunque esta vez, en el formato de una película animada dirigida por George Dunning e ilustrada, principalmente, por la interpretación colorida y abstracta de Heinz Edelmann.

El filme homónimo publicado en 1968 relata la historia de un reino ficticio en el que diversos personajes extraños viven al ritmo de la música, pero que sufren el ataque de un grupo de desconocidos azules que buscan detener la actividad artística en la región.

Esto lleva a que el alcalde de la ciudad, llamada Pepperland en honor al disco de 1967, envíe un submarino amarillo a Liverpool para solicitar la ayuda de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr en su objetivo por detenerlos. A partir de ahí, inician una aventura en la que cruzan por distintos mares cantando títulos de sus álbumes anteriores, como “All Together Now”, “When I’m Sixty-Four”, “Only A Northern Song”, “Nowhere Man” y “Lucy In The Sky With Diamonds”.

Si bien el argumento parecía convincente, los músicos de The Beatles no se mostraban entusiasmados con la idea. Según diversos registros, el hecho de que esta fuese a través de dibujos animados les daba la impresión de que tendría menos seriedad que otros filmes anteriores bajo su marca, como por ejemplo, Help! (1965).

Incluso, solo accedieron a realizarla para saldar una deuda cinematográfica que tenían con su productora, a la cual le debían una cinta más para cumplir con el contrato. Asimismo, su representante, Brian Epstein, negoció un ajuste para que ni siquiera tuvieran que poner sus voces, las cuales fueron registradas por actores vocales en las escenas, aunque no así en las canciones de la banda sonora.

Pero a pesar de que su participación en el proyecto fue mínima, el filme fue aclamado tanto por la crítica como por la audiencia, hasta el punto en que los mismos músicos cambiaron su opinión inicial y lamentaron no haberse involucrado más durante el proceso de rodaje.

Más tarde, en enero de 1969, publicaron un álbum homónimo con las canciones que aparecen en la película, la cual hoy es considerada como una de las apuestas principales de la fanaticada para hacer que sus hijos entren en el universo de The Beatles.