El vinilo se ha convertido en uno de los formatos favoritos de los amantes de la música, pero a pesar de su nuevo hype todavía son difíciles de producir. Y por culpa del nuevo disco de Adele, la crisis podría agudizarse aún más. ¿Por qué? Te lo contamos.

A mediados de este año, un estudio de MRC Data (empresa dedicada a registrar las ventas de la industria musical) determinó que sólo en los primeros seis meses de 2021 alrededor del mundo se habían vendido casi 19 millones de vinilos, posicionando a los LP como el formato favorito por excelencia, superando a los CD’s.

Sin embargo, aún cuando nunca se habían vendido tantos vinilos su producción sigue siendo compleja y por lo tanto, costosa. La demanda de los artistas más importantes de la industria ha crecido exponencialmente por lo que las fábricas los tienen como prioridad, retrasando la fabricación de discos de otros artistas más pequeños. Y eso es lo que está pasando hoy a raíz del lanzamiento de 30, el nuevo disco de Adele.

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Previsto para el 19 de noviembre, el cuarto álbum de la británica ha causado expectación no sólo en los fans, sino que también de las fábricas de vinilos. A propósito de su pronto estreno -y las expectativas que genera-, Sony Music, la disquera a cargo de su distribución, encargó por anticipado 500 mil copias del disco en versión LP. Al mismo tiempo que las fábricas trabajan en esa producción, también deben satisfacer la demanda por lo nuevo de Taylor Swift, Elton John, ABBA, entre otros artistas que lanzan discos en este mes.

Laura Jane Grace, cantante y fundadora de la banda de punk estadounidense Against Me!, advirtió en sus redes sociales que para los artistas pequeños la espera por sacar un vinilo al mercado supera el año: “Si tienes una banda y no terminas de grabar tu próximo disco en los próximos tres meses, el vinilo no saldrá hasta el 2023”, expresó en su cuenta de Twitter.

¿Por qué tanta demora? Según la cantautora, al largo proceso que significa componer, grabar y preparar el lanzamiento de un álbum, se le suma la lista de espera de las fábricas de discos. “Digamos que la grabación estará lista en enero, mezclarla y masterizarla toma al menos un mes. Y eso sin considerar el diseño del arte y su aprobación. Con todo eso y el atraso de las plantas de fabricación de vinilos, recién podrías lanzarlos en el primer semestre de 2023, si es que no en el segundo”, aclaró Grace. ¿De quién es la culpa entonces? ¿De Adele? ¿De las disqueras? ¿O de las manufactureras?