La joya de La Vega: Shawarma 1053 es la mejor comida árabe de la capital y punto

Shawarmas con falafels crujientes y sabrosos al plato (¡con papas fritas!) o en pan pita, jugos naturales exquisitos. Todo eso con precios de La Vega. ¿Mejor lugar para bajonear o mejor lugar para bajonear? Como siempre, perfecto para vegetarianos y omnívoros.

La vega es la cuna de toda comida rica en Santiago. Del campo al corazón de la ciudad, la oferta de productos frescos – sean verduras, frutas, quesos, embutidos o carnes – es casi infinita. Nunca vas a encontrar otro lugar que te de más por tu plata. Si quieres cocinar algo rico y no sacarte un ojo en el proceso, hay que ir a La Vega. Por algo los dueños de restaurantes hacen sus compras allá.

Hasta hace poco, para mi La Vega era sólo eso: un lugar donde comprar ingredientes baratos. Había visto los locales de comida pero ya que soy vegetariano y la comida popular casi siempre incluye carne, nunca comí allí mismo. Si había ido al Tirso de Molina, donde existe una oferta variada de comidas internacionales y jugos hechos a pedido pero a La Vega en sí, nunca.

Estoy sacando esta nota ahora ahora porque tengo que decir que todo ha cambiado. Descubrí en el local 1053, llamado Shawarma y ubicado en el patio de comida, la mejor comida árabe de Santiago. Su dueño se llama Rodrigo Hume y abrió el restorán después de un viaje por Europa donde conoció el shawarma. Si conoces los países europeos, sabrás que allí los kebabs son los mata-bajon de excelencia. Son los locales que seguro están abiertos durante la madrugada para atender a los borrachos cuando salen de las discos. De hecho el kebab es un invento de la comunidad turca de Berlin.

Shawarma 1053 tiene una carta simple. Ofrecen shawarma de pollo, carne o mixto al plato o en pan pita. Lo mismo para los vegetarianos: puedes pedir falafel al plato o en pan pita. Nosotros pedimos un plato con falafel y un shawarma mixto en pan pita. Mira lo que nos sirvieron:

Esa salsa de yogur con ajo es la guinda del pastel.

Soy bien critico del falafel en general, creo que lo que pasan por “falafel” en muchos lados en nada más que una pasta de garbanzos, pero estos superaron mis expectativas. Estaban crujentes, sabrosos, no tan secos y calentitos.

Además de la comida que es demasiado rica, hacen varios jugos naturales. Las combinaciones que crearon son muy buenas y complementan perfecto con la comida.

Allí tenemos el sultan, que trae maracuyá, menta y limón de pica, y otro jugo de piña, jengibre, menta y limón. Muy buenos los dos.

No las he probado todavía pero venden otras delicias árabes que se ven bastante ricos.

En resumen, la comida es rica, las porciones son grandes (imposibles que te vayas con hambre) y los precios son razonables. ¿Dos jugos más los dos platos? Salió 10.800 pesos. Siempre me voy del local sonriendo.

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