Es oficial. Desde ahora, Facebook tiene una nueva actualización de notificaciones, llamadas “Historias”. La tendencia que impuso Snapchat y que Whatsapp e Instagram copiaron, nos hizo darnos cuenta que la obsesión de la compañía por no quedarse fuera de la tendencia más “in” de las redes sociales se transformó en una compulsión.
Retrocedamos un poquito ante tan “impactante” noticia. ¿Por qué Facebook quiere matar las historias de Instagram, siendo que son parte de la misma empresa? Ejemplifiquemos, un sacerdote es Facebook y un acólito es Instagram. ¿Qué pasa cuando el sacerdote se mezcla con el acólito? ¿Qué tiene más credibilidad, el sacerdote o el acólito? En fin. El sacerdote y el acólito son hijos de la Iglesia, pero cumplen roles de distintas maneras que si se cruzan, el resultado no es lo que esperamos.
Para hacer descansar a la Iglesia del ejemplo anterior, en estos momentos está pasando lo mismo que pasó con la “era del hashtag (#)”. Antes, el hashtag, cuando partió Twitter, era increíble, porque sólo las personas que tenían vocabulario digital entendían lo que significaba y el uso que se le daba a éste. Ahora hay más hashtags que moscas y palomas y ratones juntos en el mismo carrete. No puedo entender como algo que se transformó en lo “in” termine en lo “out” (cuanta sabiduría nos dio Gonzalo Cáceres). Los hashtags, actualmente, aparecen hasta en la carretera en un cartel que dice:
#AmaTuVidaYLaDeTuFamiliaManejaConResponsabilidadYCuidado
¿La dura? ¿Alguien en su vida ha ocupado ese hashtag alguna vez? Lo mismo pasó con los hashtags en Facebook. El sistema no reconocía las siglas si se ocupaba el # ante una palabra, pero ahora sí. En una vida anterior, no se podían hacer stories en Facebook, ahora sí.
Primero fue Snapchat, que a mi parecer, lo hizo la raja. Cumplían con todo el prototipo de entretención digital, porque querámoslo o no, para eso están. No queremos saber si tu gato tiene tiña, se fue de la casa y volvió. Esos mensajes déjaselos a Dios. Internet vino para mostrarnos estupideces y nosotros ser parte de ellas. A nadie le interesa el plato de comida que te estás comiendo en un restaurante que después tu sueldo va a lamentar; lo que a Internet le interesa es cómo vas a vomitar ese plato y en qué lugar. Partamos de la base de que cada uno le da el valor que quiera a las redes sociales y es por eso que el Vaticano de Internet, o sea, Facebook se acabronó ahora con stories.
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Snapchat fue el pionero en esta “tendencia digital”, donde todo era perfecto: se podían animar las stories, habían filtros nuevos todos los días y se podían leer noticias al mismo tiempo que se hacían historias. Una maravilla. Instagram, al verse amenazado ante el potente avance de Snapchat que tuvo en meses, lanzó su opción de hacer stories el año pasado, las que en el camino han ido mejorando y agregando “más opciones de efectos”. Pero, seamos realistas: todavía no pueden superar lo que logró crear la aplicación del fantasmita. Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, luego de una fallida compra de aplicación a Snapchat, no encontró nada mejor que copiar la idea e implementarla con un masivo éxito. Y todos se olvidaron de que era una mera copia.
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Facebook Company es dueño de Instagram y WhatsApp, ambas plataformas digitales donde ahora se pueden enviar stories. ¿Acaso las están haciendo competir entre si? ¿Qué es esto? ¿El hijo que tiene mejores notas duerme el fin de semana en la misma cama con la polola? Ahora ni siquiera puedo reconocer mis aplicaciones. La nueva forma de compartir historias y estados está disponible para dispositivos iOS como también para Android; sólo hay que actualizar la aplicación en tu celular. Hasta el momento, las pruebas de la implementación son graduales y cumple el mismo funcionamiento que las stories de Instagram.
Todavía no sé que esperar de las stories de Facebook, porque por ahora es lo mismo que tener el Photo Booth de tu Mac abierto. Hasta sus efectos son parecidos. Sólo hay que esperar que LinkedIn no haga opción de stories. Nanai Facebook y sus aplicaciones para la tercera edad (adiós, efecto cómic).