Felipe Estay y Moufarrej Riff son las mentes maestras tras Chilen+s, En_cuent(r)os imaginarios, un libro de décimas dedicadas a l(+)s chilen+s que han aportado a las culturas que conviven en Chile.

El libro parte con la siguiente nota:

Somos conscientes de la capacidad del lenguaje para estructurar nuestra experiencia. Por ello nos hemos dado la libertad de modificar la gramática de este libro a fin de favorecer la narración de cuentos en décimas que se acerquen al imaginario de la poesía popular chilen+.

De esta manera plantean una nueva narrativa, un nuevo lenguaje y nuevas maneras de desbordar el género y hacerse preguntas.

Estay y Riff comenzaron a trabajar juntos desde el 2014 luego de una vida entera de amistad unida por la música. A través de la narrativa gráfica y la escritura forjaron Satán Ediciones en Copiapó, Chile de donde son oriundos. Partieron con Florido y Desierto, su primer proyecto de décimas ilustradas.

“Estábamos rallados con generar, a través de las décimas ilustradas, una postura de resistencia en términos creativos, principalmente por el tema que trabajábamos (utilizabamos conceptos muy locales), por la forma (el uso de la décima ilustrada como medio de expresión popular) y por generar obras fuera de los principales focos de generación artística en el país (que generalmente están concentrados en unas pocas ciudades y nosotros lo hacíamos desde Copiapó)”, dicen en conversación con POUSTA.

Luego de trabajar en completo con su territorio cultural decidieron pensar a Chile en una tonalidad más amplia “Para ello pensamos que la mejor forma de pensar a Chile era a través de su gente, pero la pregunta que nos surgió fue: ‘¿En que momentos esa gente construye a Chile?’ y la respuesta fue automática: ‘Cuando se encuentra, cuando habla, cuando conversa’, entonces el tema ya lo teníamos, íbamos a crear un trabajo centrado en momentos en que chilenes se encontraran y en sus diálogos fueran construyendo a Chile”, así que las décimas fueron las escogidas para dar vida al relato.


Mientras buscaban inspiración llegaron a una entrevista de Roberto Bolaño en la que cuenta sus conversaciones a través de cartas con Enrique Lihn, sobre sus ideas suicidas.

“Comenzamos con Bolaño y Linh, después descubrimos que, en París, Violeta Parra se frecuentaba con un joven Jodorowsky; que Vicente Huidobro rescató de un convento a Teresa Wilms Montt a quién habían encerrado por sus ideales liberales, etc. Desde ahí nos lanzamos a reconstruir historias que anhelábamos recontar, entonces parte de los personajes fueron apareciendo soles. Sin embargo hay personajes que, más allá de lo interesantes que nos puedan parecer sus historias, consideramos que era imperativo incluir, como por ejemplo a Humberto Maturana y Francisco Varela, cuyas teorías han llegado a impactar al mismo Dalai Lama; a Margot Loyola y María Teresa Ruíz, que se alzaron como eminencias en campos tan distantes como el folklore y la astronomía, etc, porque necesitábamos que sus obras se difundieran”.

Para Satán Ediciones recontar las historias de los personajes del libro es una forma desesperada de reconocer que, más allá de millones de personajes nefastos en la historia, hay chilenes que son humanamente admirables por sus obras.

¿Por qué un +, no una x o una e? ¿De qué manera la modificación del lenguaje configura realidades? ¿Cómo y por qué ustedes se están haciendo cargo de eso en la autoridad que implica un libro?

Por motivos laborales nos encontramos de cerca con muchos testimonios sobre violencia de género y naturalmente, cada vez que nos reuníamos para trabajar, el género era un tema que aparecía en nuestras conversaciones pero de forma muy rudimentaria. En esa época no teníamos mucho conocimiento duro sobre el tema, pero desde ya sabíamos que el libro por ningún motivo se llamaría “Chilenos”, pues entendíamos que ese título limitaba el contenido de nuestro trabajo a lo “masculino”.

Con el paso del tiempo fuimos reconociendo e inquietándonos por la capacidad del lenguaje de construir nuestra experiencia (de hecho el ser humano piensa en una estructura gramatical), y lo que más nos impactó fue reconocer como los discursos moldean y perpetúan estructuras de exclusión a nivel cultural, social, relacional e incluso personal. Comenzamos a debatir poco a poco en torno a como queríamos evitar que nuestro trabajo fuera finalmente una reproducción de estructuras de exclusión y, agradeciendo que vivimos en una época en que nos atrevemos masivamente a cuestionar la estructura y poder del lenguaje, decidimos reemplazar la “o”, “x” o “e” con un signo “+” que en el fondo implica “sumar”, es decir “el total somos todes”, “sin une de nosotres no hay Chilen+s“.

Además nos gusta la posibilidad que cada persona lo lea a su antojo, que puedas llamarlo “chilenos”, “chilenas”, “chilenes”, etc. modificamos el lenguaje para dejarlo abierto y justamente evitar la exclusión.

¿Son una editorial feminista?

Cuando pensamos en abrir un sello editorial que intente no repetir patrones de culto a la exclusión (en todo sentido), porque asumimos que existe una desigualdad estructural que pone a la mujer y lo fememino en una posición de inferioridad con respecto a “lo masculino”, no nos cabe duda que Šatán es feminista. Sin embargo somos muy conscientes que no podemos pretender ser representantes, en cualquiera de sus formas, del feminismo como movimiento, porque asumimos también que como equipo editorial, ambos somos hombres heterosexuales, en una sociedad como ésta estamos llenos de privilegios y lo peor de todo es que quizás ni siquiera seamos conscientes de todos ellos, así como tampoco de las prácticas que realizamos y que probablemente perpetúan las estructuras de violencia y desigualdad contra las mujeres, les disidentes sexuales, etc.

A pesar de nuestras limitaciones en términos culturales y por ende estructurales, buscamos constantemente en nuestro trabajo deconstruir los discursos asociados a “lo femenino” como una pequeña forma de resistencia desde los libros y las publicaciones en nuestra redes sociales. Por ejemplo en “Chilen+s” no quisimos representar a Gabriela Mistral como una mujer centrada en la belleza de lo infantil o lo inocente, pues consideramos que es el discurso que durante años nos han impuesto como país, entonces la pensamos como una activista, como una intelectual que invitó a repensar la educación como un arma revolucionaria para les excluídes; incluímos la experiencia de Teresa Wilms Montt, poeta y feminista de comienzos del 1900s, que fue encerrada en un convento por sus ideas y actos progresistas; pensamos a Violeta Parra inspirando el desarrollo artístico de Jodorowsky; contamos a María Teresa Ruíz, una mujer fuera del canon popular del rol de la mujer en Chile, quien está en la cumbre de la astronomía a nivel mundial, etc.

Asumimos que nosotros como parte de un equipo editorial, al igual que todas las personas, tenemos el deber de seguir observando nuestras practicas y de cultivar acciones a favor de una sociedad en que se hagan efectivos los derechos de todes, pero sumando y restando podemos decir que sí, Šatán es feminista.


Šatán editores lo conforma Felipe Estay de 32 años, quien es ilustrador; y Moufarrej Riff de 31 años, quién es psicólogo de formación.