Con apenas 20 años y un flow que tiene una pata en el estilo noventero y otra en la vanguardia, Lil Zen se proyecta como una de las figuras más prometedoras del rap chileno.

Conversamos con el joven oriundo de la Quinta región, para conocer más de su vida y su música.

Entiendo que llevas dos carreras, una como música y otra estudiando, debe tener sus costos.

“Es difícil. Yo veo lo que están generando otros chicos, logrando cosas grandes dedicándose en un 100% a la música. Si bien yo hago todo lo posible por no desapegarme de la música, trato de equilibrarlo con el estudio. Cursar cuarto año de Ingeniería y vivir en la V Región me hace estar viajando constantemente. Por ahora solo pienso en terminar la carrera para hacer más música”.

¿Qué te motivo a hacer música?

Mi padre era rapero, pero me mostraba ejemplos musicales de todo género. Fue como a los 12 o 13, cuando pasaba un mal momento emocional fue cuando empece a escuchar rap chileno y lo entendí como un método de expresión. Empecé a escribir mis primeras letras y en el colegio a tener las primeras batallas de freestyle, una base que se fue solidificando hasta el día de hoy que sigue siendo mi vía de escape.

¿Hay alguna diferencia ente TRAP y tRAP?

En el disco No Limites , el tema “tRAP” , se llama así con te minúscula ya que con Pitar, el productor y beatmaker del disco, la idea era mostrar el trap manteniendo lo que nosotros hacemos que es Rap/Hip Hop. El fin es explicar que bajo cualquier ritmo o beat yo voy a rapearlo igual. Ahora, si me preguntas como diferencia entre géneros musicales, siento que emanan de lo mismo. El trap toma más estética, es como más irreverente y tiene más libertad para abordar temas que el rap no habla, es más explícito. No quiere decir que esté mal, si genera algo en la gente, genial. Lograste comunicar el mensaje

¿Cómo es un día normal en tu vida?

Estresado, todo el día estoy pensando en mi itinerario, como te decía, para poder cumplir con mis estudios y con la música. Me levanto, voy a la U, estudio, trato de hacer todo rápido y así tener más tiempo para la música y todo lo que conlleva mi carrera.

¿Cómo nace No limits?

Para mi “No Limits” es el disco que me hubiese gustado empezar mi carrera. Mi primer material tiene una historia detrás lamentablemente no me permite tenerle tanto cariño. Esto nace con Pitters (@pittersbeats), productor del álbum, quien fue la primera persona que me hizo una pista. Me comenta que se iba a España en unos meses y nos juntamos luego de un tiempo distanciados y empezamos a grabar tema tras tema. Pitter se fue y me dejo los últimos beats para terminarlo, fue ahí cuando me junté con Reikat (@modogato) quien masterizó y grabó todo. La conexión fue tanta que nos quedamos toda la noche y lo terminamos de una. “No Limits” es el nombre que elegimos para describir que aunque estemos al otro lado del mundo no hay nada que nos detenga.

¿Qué estás escuchando últimamente? ¿Qué artista te llama la atención?

He estado medio viciado con mi música ya que he escuchado siempre lo mismo: Kendrick Lamar es algo indescriptible y por estética, Travis Scott para mí es lo máximo. Además J Cole, Drake, Isaiah Rashad son mis favoritos de los gringos. Del lado latino me encanta Bad Bunny, aunque sea mal visto por sus letras. A mi no me importa, como te decía anteriormente. Nacionales me gustan Pablo Chill-e, Drefquila y muchos más que andan por ahí ocultos. De todos aprendo y tomo lo que me gusta.

¿Tienes algún hobby extraño o algo que te guste hacer aparte de la música?

La verdad me gusta mucho el diseño digital, me gusta crear cosas en Photoshop. Luego de terminar mi carrera me gustaría aprender más de pistas y producción musical. Por el momento saco trabajos y artes para mis colegas para hacerme unos pesos. Lo encuentro bacán.