El ministro del Interior Andrés Chadwick llegó hasta la Cámara Baja del Congreso a la sesión extraordinaria en el marco del Estado de Emergencia que vive el país.

Lo menos que se podía esperar era una mínima cuota de civilidad por parte de la elite política de este país, los llamados a poner algo de paños fríos a la situación o al menos no comportarse como unos orangutanes borrachos frente a todo el país que espera ahora muy poco de ellos, y que aún así lograron decepcionar a la ciudadanía.

Si bien la acción de un grupo de parlamentarias del FA de acercarse a Chadwick con carteles con cifras de las personas detenidas, heridas y muertas en manos de fuerzas del Estado durante los 6 días de estallido social, es cuestionable, la respuesta de la diputada de RN es totalmente inadmisible.

Flores tomó uno de los carteles, lo rompió y lo tiró al suelo dando la más evidente señal de que a ella (y por consiguiente el sector que representa) no les importa tres carajos lo que está pasando a nivel de DD.HH. en esta crisis.

Si la parlamentaria no recibe una sanción inmediata, las consecuencias de su acto son totalmente escalofriantes.