Justicia para Prince.
¿Alguien realmente ve el Super Bowl en estos rincones del planeta, o en otros más reconditos que este, sino es para presenciar el show de medio tiempo? Es la conversación mandatoria después del evento deportivo que solo a los gringos, y otros jugadores del deporte repartidos por el mundo, les importa, porque estamos pegados al computador o la tele solo para ver la explosión de colores y música en la pantalla.
Lo que hizo Timberlake en el pasto del U.S. Bank Stadium en Mineápolis, Minnesota, extrañamente, se vio más como una sesión masturbatoria de su figura.
El show de la versión LII estuvo a cargo del exponente del hombre blanco norteamericano y querido del corazón de todo millennial mayor de 25 años: Justin Timberlake. Nada personal en contra de nuestro ex boycrush de la niñez, porque sabemos que buen músico y showman es, pero con la tradición de presentaciones espectaculares del pasado es difícil no caer en la pesada comparación con otros.
Lo que hizo Timberlake en el pasto del U.S. Bank Stadium en Mineápolis, Minnesota, extrañamente, se vio más como una sesión masturbatoria de su figura; ese hombre exitoso, que ha cosechado hits con tres álbumes distintos (no contaremos el último porque aún es muy temprano para sacar un veredicto de él), ex miembro de la boyband N*SYNC, ex pareja de Britney Spears y actual marido de la actriz Jessica Biel, ocasional estrella de Hollywood y sibarita por excelencia.
Justin lo tiene todo y aún así, el Super Bowl parece ser su talón de Aquiles, ese lugar en el que no puede triunfar del todo. Su primera aparición fue durante el Superbowl XXXV, junto a N*SYNC, Aerosmith, Britney Spears, Nelly y Mary J. Blige, un show decente pero claramente conducido por la banda de Steven Tyler y su ex, ambos mucho más grandes que Timberlake en la época. Además, el nivel de blanco en estas presentanciones fue de 70% contra 30%, una batalla desigual.
Corte al 2004. Janet Jackson, Justin Timberlake, P. Diddy, Nelly y Kid Rock fueron los encargados de ponerle sonido al medio tiempo, pero nadie de los que estaban viendo la transmisión iba a imaginar el desastre desproporcionado que, incluso, inspiró la creación de YouTube. Al final de la presentación, Timberlake se acerca a Jackson para arrancarle un cubre pezón que terminó por revelar el seno de Janet. Después de eso, todo se salió de control.
https://www.youtube.com/watch?v=CeVkKoSgkTg
La situación se transformó en una batalla legal eterna, que duró hasta 2012, entre la división de censura de Federal Communications Commission (FCC) y Viacom, la empresa que controla MTV, quien fue la estación encargada de producir el show, y CBS. Producto de esto, MTV está baneado de hacer otra presentación del Super Bowl de por vida. Pero no fue lo único que terminó por caer, sino que la carrera de Janet Jackson sufrió mucho más que la de Justin, quien declaró a MTV en 2006 que “la gente me echó la culpa solo en un 10% y eso quiere decir algo sobre la sociedad. Creo que EE.UU. es duro con las mujeres, y que es mucho peor con la gente de otras etnias“.
Pero eso fue dos años después del incidente, y Janet sufrió la censura de canales de televisión que no pasaron sus videos, radios que no tocaron su música, su figura desnuda siendo criticada por sensores de todo el mundo argumentando una “indecencia en televisión” y pedir públicamente perdón, porque los rumores dicen que ella instigó el “Nipplegate” y que Timberlake era un elemento secundario en toda la presentación. Sea como sea una vez más, el hombre blanco sale libre de polvo y paja.
Aún así, el encargado del último show de medio tiempo, 12 años después del escándalo que definió internet, fue Timberlake. Y fue un bien promedio, hay que decirlo: un refrito de sus canciones más conocidas, él en el mismo traje todo el tiempo, uno que otro pasito de baila y un audio deficiente en los primeros minutos. Más que show es una medley/mini concierto que no calentó a muchos, en el intenso frío del invierno norteamericano.
Y es que casi como si fuera una realidad de la música después de los 2000, los exponentes negros son los que hacen la máquina andar. Para exponer esto, este es un mini ránking de las mejores presentaciones de shows de medio tiempo en el Super Bowl:
I. Beyoncé
II. Prince
https://www.youtube.com/watch?v=7NN3gsSf-Ys
III. Michael Jackson
https://www.youtube.com/watch?v=idg8TNknvDU
IV. Bruno Mars
https://www.youtube.com/watch?v=F2i0Bc3f7jk
V. Diana Ross
BT: Beyoncé y Bruno Mars, de nuevo (y Coldplay, pero a quién le importa)
https://www.youtube.com/watch?v=c9cUytejf1k
La idea, obviamente, no es iniciar una guerra racial. En la historia del evento deportivo, otros exponentes han triunfado, principalmente mujeres, como Lady Gaga, Madonna y Katy Perry. Y aunque nos quejemos, aunque Justin Timberlake usó un holograma de Prince sin el consentimiento de su familia y otra infinidad de críticas, las reproducciones en Spotify de sus canciones subieron en porcentajes ridículos después de su actuación: Rock Your Body (203%), Señorita (189%), SexyBack (198%), My Love (155%), Cry Me A River (192%), Suit & Tie (408%), Mirrors (267%) y Can’t Stop The Feeling! (72%). Lo mejor de todo: Prince salió ganando, porque sus canciones Until The End Of Time (512%) y I Would Die 4 U (807%) subieron mucho más que las de Timberlake.
Un poquito de justicia divina.