Hoy, hablaban en la oficina del “sentado de pana”. Aún siendo yo una hightier meme knowledge autoproclamada (básicamente una internet girl), no supe a qué video se referían.

Me perdí el viral del momento, o de ese momento, y todos acá lo conocían menos yo.

Aquí yop.

Entonces, acá va mi tesis (y la presento con toda autoridad por especialidad vitalicia): los virales murieron y no nos dimos cuenta cuándo. La liquidez del internet se llevó una de las pocas cosas vintage que quedaban (y tampoco nos habíamos dado cuenta que lo eran). Vivimos en una sociedarks.

Me refiero a ese extinto fenómeno del video que se viralizaba por un buen tiempo, cuyo nombre de Youtube quedaba en la memoria colectiva para buscarlo cada vez que lo recordábamos. Con Facebook, ese mismo link se replicaba y compartía, y de esta forma, trascendían grandes clásicos del internet como La caída de Edgar, Tiki Taka pa Pichilemu, la tía roba choclos, o el perro picao a choro le da cara a focas qlas que se taban pasando la pelicula con el compare.

Todas ellas eran grandes obras de arte posmodernas y atemporales que han sido recordadas por años, hasta hoy. El virus llegaba a todxs lxs usuarixs como una pandemia y permanecía en nuestro organismo para siempre, almacenándose en esa parte del cerebro donde está la memoria a largo plazo.

El problema contemporáneo de los virales, es que hay tantos por todos lados y a toda hora, que al final nos perdemos la mayoría (por lo tanto ninguno alcanza a serlo). Esa costumbre veinte-veinte de grabar todo -impulsada aún más por las stories de Instagram- han convertido al mundo en una realidad permanentemente filmada, por lo que estadísticamente los aciertos épicos se multiplicaron de manera exponencial. Todo muy black mirror, y lo teníamos bien normalizado.

Y, sorry, pero no hay nada más vintage que YouTube. Eso de subir videos a una plataforma y que permanezca allí para siempre (no sólo por 24 horas) y sin ni si quiera bajar de posición es lo más vieja escuela que existe. Así funcionaba el Internet con el que crecimos. Ahora, YouTube está básicamente reservado para canales que funcionan como programas virtuales y videoclips, no para subir el buen video de nuestro gato que grabamos con nuestro celu el otro día o esa épica cuña en vivo a lo calila en las noticias. Lo mismo pasa con Facebook.

Entonces, los virales (muchas veces grabados originalmente en vertical para las stories) tendrán como parada final las páginas de memes de Instagram. Se replicará en más de una y la gente los compartirá en sus historias, historia que dura 24 horas y que seguramente será una historia más entre cientos de otras.

En tanto su suerte en el feed durará un santiamén por todos los memes y virales diarios que comparten diariamente las páginas de memes, o de las cuentas de los medios de comunicación que suben contenido lolein (*hombre topo mode*). Y así es cómo un gran viral, no necesariamente menos rico en contenido que los antiguos virales, no durará más de 48 horas en la memoria colectiva (la verdad tampoco alcanzará a formar parte de ella), acotada ahora a una muestra mucho menor y no al universo completo del internet.

También recordemos que los virales evolucionaban: después salía el remix, después el remix versión cumbia, después la versión remasterizada y la parte 2, 3 y 4.

Pero la forma de propagación y contagio no es todo lo que ha mutado. También cambió el tamaño de los videos: antes, aguantábamos virales larguísimos, al borde de lo mediometraje cinematográfico (en 340p como máximo). Te muestro algunos ejemplos de videos que viste por completo en algún momento lejano de tu juventud.

Timing: 13 minutos wtf. (De culto)
https://www.youtube.com/watch?v=pE3ZHKjFQHc

¿Cuál fue el último viral que trascendió y se convirtió en parte de la cultura general de la idiosincrasia chilena? El Chimuelo quizá es el último gran viral, junto a tuvo weno el cumpleaño. También podría destacar a la señora de me pasé po, todos videos que salieron hace un tiempo considerable.

Y creo que con el Chimuelo (el más largo de los que mencioné) nos sudaban las manos por poner siguiente, por muy bueno que fuera. Nos acostumbramos a lo instantáneo, y eso es muy triste cuando a virales nos referimos.

En teoría, ahora los virales son tan poco virales, que existe una app hecha para hacer virales: Gen Tik Tok, podrán ser más cool en varios aspectos pero nunca entenderán el valor de un viral antiguo.

Y es que los virales murieron y ni idea cuándo (tesistas en busca de temas antropológicos-sociológicos relevantes, ya saben), pero algo sí sé: la última puñalada la clavó Tik Tok.