A veces es mejor así.
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Terminar con tu pareja puede ser una experiencia terrible. No siempre todas las partes involucradas están de acuerdo con poner punto final a una relación. Algunos lo pueden tomar muy bien y aceptan el quiebre entendiendo todo perfectamente, pero otros pueden llegar incluso a amenazar con suicidarse o contar tus más íntimos secretos.
Samantha Burns , una asesora de salud mental, entrenadora de relaciones y autora de Breaking Up & Bouncing Back, dice que “Si te sientes seguro con tu pareja, termina en privado, donde puedes tomarte el tiempo de hablar y responder sus preguntas. Si tu pareja es emocional o físicamente abusiva, considera hacerlo en público, con un amigo cercano, o incluso por teléfono o en una carta dependiendo de su situación específica, priorizando tu seguridad”.
Conversamos con personas que han terminado una relación en un lugar público que puedes tomar como ejemplo para terminar por fin esa relación aburrida y qué mejor fecha que el día en el que todos están celebrando el amor.
Terminaron conmigo durante 7 estaciones de metro
Fabian, 31
Habíamos ido a comer y estábamos caminando cerca del metro Salvador y nos pusimos a pelear por un tema relacionado con los celos. Mi ex pololo se enojó tanto, tanto, tanto que empezó a caminar solo, y yo lo seguía tratando de convencerlo para que hablara conmigo y para que solucionáramos esto, pero él decía que ya estaba chato porque quería terminar.
Yo estaba desesperado así que insistí en que habláramos mientras caminábamos por la Alameda. Esto siguió hasta que llegamos a la estación de metro Los Héroes. Fue ahí donde finalmente accedió a conversar conmigo y logramos “solucionarlo” sólo para terminar después.
Terminamos en una plaza y no fue lo que esperaba
Manuel, 26
Creí que terminar en un lugar público podría hacer todo más fácil porque me iba a evitar el show que estaba seguro iba a hacer mi pareja de ese entonces. Los niños jugaban, era un domingo, entonces estaban todos los papás divorciados jugando con sus hijos columpiándose mientras ellos revisaban sus celulares.
Le dije que ya no la quería, que me gustaba otra chica y que no podía seguir con estos tres años de pololeo porque todo se había vuelto monótono y eso no me gustaba, me aburría y yo quería más.
Se enfureció. Tomó la botella de Coca-Cola que compró en el camino y me la tiró en la cabeza. Claramente mal entendió todo y creyó que yo la estaba engañando y gritó tan fuerte que todo el mundo nos miró, incluso una señora se acercó a preguntarle si estaba bien porque se puso a llorar tan fuerte y entremedio me tiraba golpes y yo sólo retrocedía porque me quería puro ir.
Terminé antes de entrar al cine
Carla, 21
Me di cuenta que estaba chata de mi polola cuando me dijo que me amaba entonces no podía seguir con ella porque no quería hacerle más daño. Pensé en mil lugares donde terminar mi relación. Pasé por el restaurante, el carrito de sopaipillas, la plaza de algún lugar entre su casa y la mía para que fuera más “justo”.
Me invitó al cine a ver una película de Vincent Van Gogh y antes de entrar, unos 20 minutos, le dije que ya no podía seguir con ella. Lloró toda la película, pero al menos no fue vergonzoso para nadie porque todos estaban preocupados de ver la película. Sí, entramos igual a ver la película. No tuve que dar muchas explicaciones y ella no me preguntó nada sólo lloró y me fui a mi casa después y ella igual. No nos hemos hablado desde ahí.
Creo que es un buen spot para terminar con alguien porque no hay escándalo.
Terminamos en un avión volando
Marcos, 24
Nos encontrábamos en un vuelo de Ámsterdam a Houston y faltaban tres horas para llegar. Entonces no encontré nada mejor que sugerir empezar a conversar y tocar un par de temas “pendientes”.
La conversación fue un tanto obligada, pero muy relajada ya que no teníamos donde más correr en caso de que esto fuera creciendo y pudiera crecer a un nivel que fuera inmanejable. Tirarse de la ventana no era una opción.
Hablábamos y hablábamos, pero ninguno de los dos pudo tomar la decisión que ya se veía venir.
Terminamos de conversar. “Concluímos” que lo mejor era terminar. El final del vuelo fue raro, pero lo mejor era hacerlo así él después tomó un vuelo de vuelta a su casa en Nueva York y yo a la mía en Laja.
Esto duró el embarque, en aduanas y en policía internacional.
Terminé con mi polole en el metro
Juan, 24
Mi ex salió del clóset trans tres meses antes de que me atreviera a decirle que no quería seguir con elle porque no me gustaba ni cis ni trans. Estaba aburrido de tener que hacer todo yo. Le dije en el metro. Nos subimos en Irarrazabal para hacer combinación en Baquedano porque íbamos a su casa en Manquehue.
Le dije en la combinación. Justo en las escaleras mecánicas. Todo salió bien. Ninguno lloró, pero no hablamos desde ahí.
Terminamos en el Costanera Center
Carlos, 26
Quería terminar con mi pololo después de varios días en los que no habíamos estado bien y era evidente que seguía enamorado del tipo con el que tuvo una relación tóxica anterior.
Nos juntamos a la hora de almuerzo en el patio de comida del Costanera Center y cuando me disponía a terminar, sacó de su bolsillo un perfil falso de Grindr donde yo, supuestamente, les ofrecía sexo y tríos a sus amigos.
Me dejó almorzando solo, con el arroz chaufa a medio comer. Eventualmente volvió con su ex después de unos días.
Terminaron conmigo en el patio de la U
Tomi, 19
Estaba en la universidad haciendo una ayudantía cuando mi ex me habla por Whatsapp y me dice “tenemos que hablar”. Obvio que ahí se me cayó la cara porque sabía que me iba a patear.
Sufrí los últimos 20 minutos de la clase y nos fuimos al patio de atrás.
Terminó conmigo y me fui llorando por el medio del patio central de la U bien patético, lleno de gente. Estaban mis amigos en una mesa y me vieron llorando, me fueron a abrazar y lloré más.
Un señor en la esquina de la calle, de los que lavan los vidrios de autos, me dijo “todo va a estar bien”. Esa fue la parte más triste de mi día, más que cuando me patearon. Después me fui a mi casa en metro en la hora con más tráfico, llorando a mares y la gente me miraba con mucha pena.
Ruby Len Rubel, fundador de Strategy For Dating, dice que los restaurantes, bares, reuniones familiares y fiestas nunca serán un buen lugar para terminar con alguien.
La Dra. Lori Whatley, LMFT, PsyD, terapeuta matrimonial, explica que “Siempre es importante tener en cuenta el nivel de emociones esperado y el impacto que esto puede tener en la pareja, y cómo pueden reaccionar”. “Cuanto más emocional, más privacidad se debe considerar”, agrega.
“Lugares como un bar ruidoso o un teatro tranquilo no son ideales”, continúa Rubel. “También quieres permitir que tu pareja se exprese y pueda irse tan pronto como la conversación llegue a su fin. Así que, aunque un restaurante crea un gran drama en las películas, en realidad es un lugar muy poco considerado en la vida real”.
Tampoco debes ser desconsiderado. “No termines la relación en la cafetería a la que tú y tu pareja asistieron todas las mañanas durante los últimos cinco años”, comenta Justin Lavelle, director de comunicaciones de PeopleLooker. “Considera que tú y tu pareja probablemente compartieron los mismos intereses, personas y lugares durante años. La relación puede haber terminado, pero eso no significa que esos otros aspectos deban estar manchados por la otra persona. Elije un lugar con el que no tengan ningún apego emocional”.