Hace poco publicamos una nota sobre el fashion film “Close the Loop”; una producción de la marca sueca H&M en donde aparecen más que modelos, personas que reflejan la diversidad de culturas, etnias, edades y características físicas.
Donde tuve que poner STOP, fue en la aparición de una mujer musulmana usando hiyab. Éste es el nombre del pañuelo que cubre la cabeza, parte de los hombros y el pecho. Código de vestimenta femenina que Mariah Idrissi representó con orgullo y que silenció cualquier tipo de críticas diciendo que “en nuestra religión, cualquier cosa que no esté establecida como prohibida es permisible”. Incursionar en el mundo de la moda no lo está.
Idrissi es una mujer de veintitrés años, de madre pakistaní y padre marroquí, nacida y criada en Londres. Que se atrevió a participar en una campaña de la industria de la moda y así de masiva como lo es la marca H&M.
Para los que critican el hecho de que una mujer musulmana hiciera su primera aparición en algo así, creo que es un error juzgar a partir de la ropa, cuan estricta o extremista –en lo religioso- una mujer es. Encasillar a mujeres por su forma de vestir o por sus ideas y prácticas religiosas me parece prejuicioso y solo delata ignorancia por parte de quien emite una opinión de ese estilo.
Yo la aplaudo y de pie. Fue capaz de desafiar el estereotipo de la mujer musulmana para mostrarle al mundo que existe belleza en cualquier tipo de mujer, independiente de sus creencias. Haberse sumado al proyecto de la marca que en esta ocasión hizo protagonistas a los que normalmente son marginados para este tipo de campañas, es algo que se agradece.
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