Científicos canadienses se inspiraron en pescadores de Marruecos que fumaban antes de salir a trabajar de noche.
Este descubrimiento científico tuvo como génesis una anécdota de bar. Pasó el 2004, cuando un grupo de investigadores se encontraba en Marruecos y se dio cuenta de que los pescadores tenían como ritual enrolar antes de salir a trabajar durante la noche. Según ellos, la cannabis los ayudaba a ver mejor en la oscuridad, cuestión que, de buenas a primeras, no parecía tener mucho sentido. Sin embargo, el grupo de científicos comprobó que tenían razón.
Partiendo del supuesto en que la gente tiende a ser algo más…torpe bajo la influencia del THC, era complicado asumir que se puede ver mejor. No obstante, la investigación, que fue publicada en la revista científica eLife entrega pruebas claras de que esto es cierto. Edward Ruthazer, académico en el Instituto Neurológico de Montreal, perteneciente a la Universidad McGill, y quién encabezó el estudio, concluyó que los cannabinoides de la marihuana pueden aumentar la conexión entre el cerebro y los ojos…al menos, en renacuajos de laboratorio.
“Podemos analizar las neuronas de los animales y ver cómo se reconfiguran con el tiempo, formando conexiones”, explicó Ruthazer. “Se sabe que los cannabinoides son importantes en ciertas áreas del desarrollo cerebral, por lo que quisimos observarlos en nuestro sistema para registrar los cambios funcionales cuando los cannabidoides entran en acción”. Dado que la cannabis hace que los ojos sean más sensibles a los estímulos visuales, la conexión ojo-cerebro se hizo más fuerte cuando los renacuajes fueron expuestos al consumo de THC.
Lo anterior se explica porque existe un neuroreceptor (CB1R) que potencia la respuesta cerebral desde los ojos, alertando al cerebro de que existe luz. Si bien esto pudo probarse en los pequeños anfibios, se necesita evidencia en mamíferos para afirmar con más fuerza que la cannabis nos hace ver mejor.