Ni siquiera los fans más acérrimos se mostraron complacidos con la presentación del grupo.


Como magnífica, infartante y explosiva han calificado los medios la actuación de Maroon 5 en el medio tiempo del Super Bowl este año. Sin embargo, es difícil entender de dónde sacan estas apreciaciones, porque probablemente la actuación de la banda liderada por Adam Levine es una de las presentaciones más aburridas de los últimos 10 años (podio que hasta hace muy poco lo tenía Justin Timberlake).

El universo de Internet también le dio la espalda a la presentación del conjunto calificando su actuación como sonsa, blanda, aburrida y completamente innecesaria. De hecho, en menos de un día y con casi un millón de reproducciones, el show presentado por Maroon 5 acapara más de 100 mil “no me gusta” en YouTube y tan solo 15 mil que aprueban su actuación.

Este año Maroon 5 logró empatar con Mariah Carey al tener una canción por más tiempo consecutivo en el número 1 de Billboard gracias al hit “Girls Like You”. También es uno de los grupos que más se ha adaptado a los cambios durante la casi 2 décadas que llevan dentro de la industria.

¿De dónde aparece esta antipatía, entonces?

La respuesta puede devenir de dos directrices: el racismo y lo absurdo de internet.


La contratación de Maroon 5 para hacerse cargo del show de medio tiempo no fue gratuita. Tampoco fueron la opción primeriza, pero sí una carta segura que la NFL -organización responsable del evento- captó como una forma de evitar eventuales polémicas.

De hecho, fueron varios artistas quienes rechazaron estar en el espectáculo, como por ejemplo, Rihanna y Pink. El motivo corresponde al trato displicente la organización ha tenido con Colin Kaepernick, jugador afroamericano que se mantuvo arrodillado durante la entonación del himno nacional como una forma de protesta contra la violencia policial hacia ciudadanos afrodescendientes.

Kaepernick no ha sido contratado por ningún equipo de fútbol desde el acontecimiento el año 2016, y ahora los jugadores están obligados por ley a permanecer de pie durante la entonación del himno nacional de Estados Unidos, medida que ha sido calificada como dictatorial por los diferentes artistas que se negaron a participar.

Otros de los artistas que se negaron a participar fueron Mary J. Blige, Usher, Lauryn Hill y Nicki Minaj. Solo Maroon 5 accedió, suscitando críticas que mantuvieron a un Adam Levine nervioso durante gran parte de su presentación.

“Cuando aceptamos la responsabilidad de actuar en el SBHTS, saqué mi pluma para escribir. Algunas de las palabras que me vinieron en ese momento finalmente llegaron a las increíbles linternas que volaron alto y bajo esta noche. Agradecemos al universo esta oportunidad histórica de tocar en el escenario más grande del mundo. Agradecemos a nuestros fans por hacer posible nuestros sueños. Y agradecemos a nuestros críticos por siempre empujarnos a hacerlo mejor. One Love” Agregó Levine en sus redes sociales.

https://www.instagram.com/p/BtcR7iQghQx/


Respecto a lo ridículo de internet, la organización había prometido la participación de Bob Esponja dentro del segmento (como una forma de homenaje para su creador, que falleció el año pasado). Sin embargo, esta se redujo a tan 5 segundos en los que Calamardo presentaba a Travis Scott bajando del cielo gracias a efectos especiales que dejaron mucho que desear.

Ahora el público se muestra enfurecido con la presentación de Maroon 5 dando a entender que las preferencias se inclinan incluso, por la caricatura en lugar de la actuación del grupo. Levine se mostró desganado y se sacó la polera durante los últimos minutos de su presentación como un intento desesperado de dejar huella. Scott también fue criticado por no apoyar Colin Kaepernick, y donó cerca de 500 mil dólares a una organización que defiende los derechos de los afroamericanos.

https://twitter.com/aruasqna/status/1092427097501548544


Maroon 5 tenía demasiadas expectativas puestas en ellos, en un show caracterizado por la pirotecnia y ser un espectáculo visualmente increíble (y no fue el caso en esta oportunidad). Quizás el tiempo les de la razón y el público reconozca que fueron demasiado duros, o tal vez no.