A estas alturas, Marttein se ha ganado un lugar como referente del pop alternativo y el R&B argentino. Su sonido –suave y duro a la vez. Sintético y emocional– es la prueba de que la nueva generación de artistas del Cono Sur está redefiniendo la sensibilidad del pop latino desde un enfoque más introspectivo y digital.

Martín González, conocido artísticamente como Marttein, comenzó su recorrido musical hace poco más de cinco años, en la escena independiente porteña que orbitaba entre la música urbana y el pop experimental. Autodidacta y con un oído preciso para la producción, comenzó como tantos otros subiendo canciones a SoundCloud y YouTube, construyendo de a poco una identidad sonora propia, que se pasea por lo performático y la fineza para armar un relato que permitan contar sus historias de manera orgánica y grandiosa, tal como lo hizo en «Una Película Argentina», como ahora en su reciente EP «Espectacular».

Su desarrollo artístico fue de la mano del colectivo y sello Boedo Records, una plataforma clave en la nueva movida alternativa argentina que ha funcionado como punto de encuentro para productores, diseñadores, filmmakers y artistas que entienden la música como un todo estético. Desde ahí, Marttein comenzó a consolidar una comunidad alrededor de su música, un público joven que vibra con su mezcla de R&B digital, hyperpop contenido y pop electrónico atmosférico.

Entre sus influencias se pueden rastrear nombres como Frank Ocean, James Blake, The Weeknd o C. Tangana, pero también artistas más cercanos como CA7RIEL, Paco Amoroso o Ralphie Choo, con quienes comparte la búsqueda de un sonido híbrido entre lo urbano, lo electrónico y lo sentimental.

En estos cinco años, Marttein ha pasado de ser un nombre de culto en la escena underground de Buenos Aires a posicionarse como una de las figuras más coherentes y prometedoras de su generación.