La última y polémica creación de BioWare, se convirtió en mi juego favorito de la historia. Aquí te cuento por qué.

¡Pancho!, ¿viste Driver?.

– No.

¿Y “La piel que habito”?

– Tampoco.

Uff. Pancho, ¿cuál fue la última película que viste?

Creo que Change Up, esa de los hueones que intercambian de vidas.

Probablemente no fue exactamente así la última conversación sobre cine que tuve, pero ejemplifica con frecuencia mis preferencias cinematográficas, esa que busca con frecuencia el cine más liviano posible.

Ocurre que cuando una película es buena buena, me da la impresión de que no soy la misma persona luego de verla, o al menos algo en mi piensa distinto, y si eso no pasa, significa que sólo estoy frente a una película pretenciosa, entonces para no decepcionarme ni convertirme en un hater cinematográfico, mejor veo cine de porquería.

Algo exactamente así fue lo que me provocó recientemente el final de la trilogía de Mass Effect, un sentimiento de no ser la misma persona luego de haberlo terminado, de que cambió en mi.

Pero pongamos las cosas en contexto.

Mas Effect es un juego que combina el RPG, estilo Final Fantasy o Zelda con un First Person Shooter. Es decir, tienes la libertad de un juego de espadas y las peleas son estilo Quake. Muy simple e innovador como imaginarán.

La parte interesante, es que todas tus decisiones, repercuten en cómo el juego se va desenvolviendo. En Mass Effect puedes ser un pan de dios con todo el mundo, o un hijo de perra que consigue todo a punta de balas. Mejor aún, si eres un buen jugón puedes ahorrarte varias balas y adquirir experiencia si respondes y te comportas con pericia.

Fuerte…

Bajo esa perspectiva, a lo largo de los tres juegos, este asunto de elegir, algo tan humano y normal en nuestra vida, de un momento a otro se vuelve en el dilema moral y existencial.. En un segundo decides que quieres ayudar a tu amiga desterrada de su planeta, y cuando lo logras, todos parecen felices. Cinco minutos más tarde tomas una mala decisión y por descuidar comprar el artefacto adecuado, un accidente en el motor de tu nave la mata. Es triste pero ejemplifica de qué va este juego.

El heraldo

Como imaginarás, la situación puede ser frustrante, pero es lindo y Mass effect está llena de emociones lindas. Todo está ambientado en tiempos hostiles, de guerra, y tú como buen héroe eres la única esperanza de la toda la galaxia por ende la presión sicológica que ejerce cada personaje sobre ti no se acaba nunca.

El único problema que todo el mundo tiene con Mass effect 3, es que de buenas a primera pareciera que tus decisiones y comportamientos no repercutieron en el final del juego. Que sea lo que sea que hagas, reclutes a quien reclutes, el final –triste por lo demás– será el mismo.

Lamentablemente eso es lo que verás y entenderás si te dedicaste sólo a dispararle a la cosa que se moviera, porque Mass effect 3 es tan sutil, y tiene tantos detalles, que si pones atención te percatas que todas tus decisiones te pusieron en caminos distintos, y que más interesante que el final, es cómo sucede todo.

La magia del juego, es que tus decisiones desde el primer juego en adelante, hacen que te tomes todo en serio.

Hacer que todas las razas de la galaxia se unan en contra de esta amenaza terrible, sin olvidar el vínculo emotivo que estableces al conocerlos y ayudarles, de ver cómo a quienes dejaste atrás, “felices” o trabajaste por convertir en tus aliados y amigos, caen diezmados por esa infranqueable amenaza llamada “Los Segadores” o convertidos en zombies por el adoctrinamiento, genera una ira y pena constante en general.

No quiero spoilear, he sido cuidadoso en ello, pero por ejemplo.

En Mass effect 2 unes a tu equipo a una persona sumamente conflictivaa quien ayudas a descubrir su pasado, para que deje atrás sus traumas y se una a tu equipo. Más tarde esa persona desaparece misteriosamente (Mass effect 3), luego de algún modo llegas a un laboratorio, donde ves que le hicieron pruebas y ensayos terribles recientemente, y del mismo modo de pronto caes en una emboscada, liderada por esa persona, quien luce terriblemente mal, y a quien tu mismo matas. Cuando yace muerta, notas quien era, o quien en algún momento fue.

Todo ese mapa de posibilidades, articulado tan íntimamente con lo que decides personalmente, hacen que Mass Effect como saga, sea para mi el último gran salto en videojuegos, el salto que no veía desde Zelda Ocarina of Time. Mass Effect no sólo ofrece buena música, geniales gráficos, videos cinematrográficos y una historia interesante (que hoy en día vienen por default en cualquier juego), este juego hace que te involucres, te emociones, te alegres, enojes, que tu corazón se acelere a mil, te enamores, tengas sexo, seas bueno, seas violento, te arrepientas de quien eres o quien no, y claramente no de un modo ridículo en el que siempre te sales con la tuya (como en el mal cine).

Por último, y para cerrar el asunto sobre el final del juego, les puedo decir que el final parte aproximadamente 2 misiones antes de la misión final, y el video en rojo, azul y verde que hizo pedir devolución de dinero a los gamers no es más que el prólogo o la consecuencia de tu destino, destino decidido un juego antes cuando te enfrentaste al Heraldo.

 

El top 5 de Mass Effect

  1. El vínculo personal que generas con la historia te destruye emocionalmente.
  2. Su universo, y situaciones nos contextualizan de un modo adecuado.
  3. Los personajes son carismáticos, con trasfondo, caracter y emociones que debes moldear.
  4. Las historias son algo melancólicas; un universo entero fue arrasado antes que el tuyo, y sus registros son perturbantes.
  5. Cuando todo lo demás te tiene con sentimientos encontrados, llega la acción, y luchas con ira y miedo.