Septiembre se termina esta semana no sin antes dejarnos bien claro que nos entregará un último meme que poco y nada tiene relación con las fiestas patrias: el del pitito, el vinito y el amor infinito.
Se trata de la ilustración realizada por una artista chilena que debió restringir el acceso a sus redes sociales frente a la oleada de parodias que provocó su trabajo. Muchos critican este tipo de arte por ser estereotípicamente hippie, mientras que otros defienden a la artista asegurando que toda forma de arte es válida.
Sin embargo, son pocas las críticas que van dirigidas a la calidad de su trabajo. Van en una dirección más concreta respecto al contexto de la típica pareja lana que vive en Valparaíso o San Pedro de Atacama.
La cosa es que mientras mucha gente ha disfruta del meme y sus infinitas mutaciones, la persona que hizo el dibujo original lo ha pasado pésimo e incluso usó sus propias redes para disparar contra quienes han intervenido su obra.
A continuación sus los descargos que la artista hizo vía Instagram stories (gracias por el aporte Dani Ela)
Por supuesto que el no tomarse con humor el tema y tratar de “gente sin educación artística” a la gente que hacía y la que disfrutaba del meme en el que se convirtió su dibujo no ayudó en mucho.
En ese sentido es triste que mientras todo el mundo se esté riéndo haya una persona que lo está pasando mal con el tema. Pero es bien probable que con los días le encuentre la gracia.
Y es que la repercusión del meme ha sido tal que incluso la Contraloría de la República se sumó a una de las parodias, usando a su mascota “Contralorito”.
“Amor infinito a los sumarios como procesos indagatorios de la responsabilidad de los funcionarios frente a faltas administrativas” sostiene la publicación adjunta con la siguiente foto.
La frase sin embargo, es bastante antigua y ha sido utilizada por diferentes páginas ligadas a la marihuana o los growshop convirtiéndose en un cliché entre los hippies chilenos que proliferan dentro del litoral central (como ocurre con Pichilemu).
Quizás (?) el rechazo de esta ilustración es porque personifica un estereotipo marcado respecto a grupos que actúan de forma similar: como sucede con los zorrones, otakus, etcétera.
En fin, la ilustración que representa a una pareja en la playa ha provocado muchas versiones originales con personajes chilenos como se puede ver a continuación:
Bueno, demasiado internet por este mes.