Porque es la semana de “empezar la dieta” post 18.
Durante las Fiestas Patrias solemos engordar, ya sea por la comida y el copete, y el hecho de que Halloween, Navidad y Año Nuevo estén tan cerca no ayuda en nada a nuestra motivación para estar fitness durante el verano. Los chilenos sabemos de esto y hemos buscado durante décadas una solución rápida, desembolsando tiempo y mucho dinero en esta interminable, y a veces poco fructífera, contienda.
El especialista en Ciencias del Ejercicio de la Universidad de Santiago de Chile, el Dr. Cristián Cofré, asegura que el 18 deja en nuestro cuerpo más de 5 mil calorías extras y que para deshacernos de ellas debemos realizar ejercicios aeróbicos, de fuerza y coordinación, al menos tres veces a la semana.
Para que adelgazar sea un proceso efectivo, estos tipos de actividades físicas “son los componentes fundamentales para tener un impacto sobre la salud. El ejercicio debe responder a principios biológicos y, también, a algunos principios pedagógicos, todos fundamentales para minimizar los riesgos y obtener los objetivos buscados”.
“¿Cómo hacemos para que alguien que solía ser sedentario haga tanto ejercicio? Es casi imposible”, reconoce.
Ante tamaña sentencia, hicimos un recorrido por los métodos más reconocibles usados por los chilenos para bajar de peso, aunque estos hayan implicado riesgos para la salud y te pedimos de todo corazón, no intentar ninguno jamás.
Reduce Fat Fast
Las pastillas de té verde que te hacían orinar hasta por las orejas prometían acabar con tu grasa corporal sin dietas, sin pasar hambre y con resultados garantizados. Este producto fue un éxito en más de 75 países por dos razones: la primera es que Alicia Machado –Miss Universo 1996 que debió enfrentarse a la humillación pública luego de subir 18 kilos tras ganar la corona- fue el rostro principal del producto, asegurando que gracias a estas pastillas mágicas pudo recuperar su figura, y de paso vengarse de Donald Trump tras hacerla trotar frente a cientos de camarógrafos en Nueva York.
La segunda razón del éxito de Reduce Fat Fast fue gracias a los supuestos “estudios” que presentaba su creador, Jorge Hané, autodenominado el “gurú de perder peso” y que se parecía a una versión wannabe de Julio Iglesias. Al correr de los meses, diversos nutriólogos advirtieron sobre los riesgos de consumir estas pastillas de té verde que realmente no eran más que un cóctel de Inositol –carbohidrato cíclico que produce flatulencia y diarrea- y metionina con picolinato de cromo, cuyas propiedades aseguraban mantener la grasa a raya.
Si bien durante meses se habló de boca en boca sobre las virtudes de este producto, pronto la caña moral generalizada en nuestro país por creer en un sistema que literalmente solo te hacía ir al baño de forma descontrolada, provocó que nunca más nadie hablara del tema.
Actualmente, Jorge Hané se declaró en quiebra tras no poder costear la demanda interpuesta por Colombia donde lo acusan de fraude y publicidad engañosa.
Malla Supralingual
Nombre fancy para un parche/malla en la lengua que te priva de sentir cualquier sabor y comer se convierte en una tortura china al tener la boca literalmente forrada en plástico. La tortura autoimpuesta cuesta 450 mil pesos y sigue estando vigente ante la falta de leyes que existen en Chile y que prohíban este tipo de prácticas riesgosas. Según el testimonio de una usuaria “se baja entre 100 y 200 gramos al día y el proceso duele mucho. La malla te prohíbe comer cosas sólidas y creo que es algo bastante denigrante, pero las personas no entienden que la comida provoca adicción y muchas veces esta parece una solución a largo plazo. Es como cerrar la boca a la fuerza, así de simple”.
Especialistas advierten de los riesgos sicológicos de tener este tipo de malla y también sobre los efectos secundarios como mal aliento, dolor generalizado en la cavidad bucal y ruptura de algún punto.
Dieta de la luna
El esoterismo llegó a Chile para quedarse y bien lo sabe Pedrito Engel. Hemos traspasado nuestro amor por la astrología llevándola hasta la manera en la que comemos, modificando nuestra dieta y hábitos para poder adelgazar. La dieta de la luna es un ejemplo de lo anterior, donde su sitio oficial asegura que los ciclos lunares inciden en la forma en que tu cuerpo absorbe grasas.
De hecho, el mismo sitio asegura que se debe pasar 26 horas en ayunando durante periodos específicos: “La luna tiene dos fases en donde se observa una reducción del peso y esta es la Luna Llena y la Luna Nueva; también, te encuentras con Cuarto Creciente y Cuarto Menguante en donde mantienes el peso para optimizar el próximo resultado”.
Ok.
Los ayunos varían según el calendario lunar –obviamente- y se pide una dieta balanceada realizada por un nutricionista, además de beber líquidos durante las 26 horas sin comer. Técnicamente, es matarte de hambre un par de días al mes, algo que no funciona por una razón bastante simple: sentido común.
Sibutramina
Este fármaco actúa como supresor del hambre al ser anorexigénico, funcionando sobre los receptores cerebrales que controlan nuestras ganas de comer. Dicho esto, la pastilla no solo provoca cambios en el estado de humor de sus usuarios, también es altamente peligroso para nuestra salud a largo plazo.
Sus efectos secundarios son varios: periodos menstruales dolorosos, nerviosismo, ansiedad y crisis de pánico, dolor de espalda, síntomas gripales y dolor de cabeza.
De hecho, los efectos provocados por esta aparente solución para acabar con los kilos de más, hicieron que fuese retirada del mercado chileno. Sin embargo y tal como informó Emol al momento de que se prohibiese su comercio, en Chile existen 38 medicamentos que contienen sibutramina entre ellos el Reductil, Mesura o Ipogras y desde que se estableció la receta retenida, el mercado ilegal de este remedio se incrementó por Internet.
Abtronic o Cinturón inteligente
Probablemente ningún otro producto de Antena 3 directo alcance el éxito que tuvo esta joyita a comienzos del nuevo milenio. Las expectativas generadas ante la llegada del año 2000 fueron varias y nos prometían que el futuro estaba a la vuelta de la esquina. La primera gran promesa es que no sería necesario hacer ejercicio para tener abdominales, algo que volvió loco a una generación completa de compradores que se lanzaron a sus teléfonos para adquirir el llamado Cinturón Inteligente que prometía responder a esa necesidad, aunque claramente resultó todo ser una farsa.
Según sus creadores, la electroestimulación realizada por el abtronic “activaba las contracciones musculares”, dándote abdominales de acero a los pocos días de uso. Esto fue desmentido por la Asociación Médica Australiana que prohibió su venta tras considerar que “bajo ninguna circunstancia aplicable el Abtronic ha proporcionado los resultados prometidos ni ha entregado algún tipo de beneficio a sus usuarios”.
Sin embargo y pese a las advertencias de que el producto es un fraude, todavía lo podemos encontrar en Chile.
Dieta Cetogénica
Esta dieta, muchas veces confundida con el método Grez, presenta diferentes tramos donde la persona debe comer de forma estricta los alimentos que se le entregan –a destajo y a la hora que estime conveniente- adelgazando al cabo de unos días. Durante el primer tramo por ejemplo, se pueden consumir salchichas, salame, maní, bebidas light, mayonesa, verduras de hoja verde cruda y otros productos poco saludables.
La dieta funciona por la manera en la que se engaña al cuerpo: tu organismo al verse privado de carbohidratos y proteínas, comienza a alimentarse de la grasa que tienes almacenada en el cuerpo. Un sistema que parece efectivo, pero a largo plazo no funciona por el efecto rebote que produce este tipo de medidas “cortoplacistas”.
Es tal la fama de esta dieta que la califican como “asesina” por los riesgos que implica seguir sus tramos. Tan solo los pacientes con obesidad mórbida deben seguir este método –por un periodo muy corto-, y una persona de contextura normal o con sobrepeso leve puede sufrir un paro cardíaco, además de otras complicaciones.
Adelgazul
Ícono durante los años 90. Esta línea de productos podría considerarse el padre que engendró a Herbalife años después. Su forma más popular se comercializó en forma de té y tuvo a miles de escépticos tomando agua adelgazante con una buena marraqueta con palta y sal junto a la mesa.
Consumirlo al desayunar auguraba una buena digestión e incluso se aconsejaba reemplazar las comidas diarias por un bowl de cereal y leche, indicación que nadie estaba dispuesto a seguir por lógica. Finalmente, Adelgazul quedó en el olvido y como una anécdota más de cómo confiamos en los milagros de un té con sabor tenue antes de ponernos un buzo y enfrentarnos a lo inevitable: crear hábitos a largo plazo y entender que los productos milagrosos no adelgazan, tan solo engordan los bolsillos de sus creadores.