Este 25 de junio se cumplieron 13 años de la muerte del Rey del Pop. Una de las figuras más controversiales del espectáculo: a pesar de haber sido acusado de pedófilo y salir de tribunales bajo acuerdos millonarios, en Spotify hoy tiene más de 30 millones de oyentes mensuales. Su imagen sigue vigente y las personas que lo encarnan como imitadores están en televisión, en eventos corporativos y cumpleaños. ¿Por qué Jackson trasciende la cancelación? Hablamos con tres dobles del artista y un par de expertos para descubrir por qué no ha sido vetado del todo por la sociedad.
Fotos por @Valentinabird en instagram
Benjamin Ramírez tiene 20 años. Es de la generación de la cancelación. Esa que creció cancelando a celebridades en redes sociales y sepultando las carreras de estrellas violentas, racistas, misóginas y homofóbicas. Sin embargo, su pasatiempo -que incluso lo ha llevado a la televisión local- es encarnar al Rey del Pop.
Esto le ha pasado la cuenta: una tarde del 2019, unos meses después del estreno del documental Leaving Neverland, Benjamín era menor de edad y estaba bailando en las calles de Estación Central su repertorio de canciones que sólo incluía las de Michael. En medio de su rutina, un hombre le gritó: “Pedófilo. Estás bailando música de un pedófilo”, lo que hizo que Benjamín pausara su playlist.
Después de tomarse unos minutos para procesar lo que le gritó un desconocido y preguntarse por qué esto le estaba pasando a él, volvió a ponerle play a una de las canciones del artista más exitoso de los últimos 50 años, y retomó su performance.
Benjamín es uno de los cientos de dobles de Michael Jackson que existen en Latinoamérica. De hecho, al googlear ‘doble de Michael Jackson’, el buscador arroja más de 4 millones de resultados. Oficialmente no hay un recuento de cuántas personas se dedican a imitar, –bailando, cantando o haciendo ambas– al cantante que falleció hace trece años un 25 de junio en su casa en Los Angeles, Estados Unidos.
Incluso Ramírez pertenece a un grupo de veinteañeros llamados los Jackson Generation, quienes se dedican a performear en lugares públicos las coreografías del Rey del pop. Se visten en los baños públicos del centro, se apoderan de la Plaza de Armas y se ponen a bailar los viernes y sábados. La gente se detiene a verlos.
Y aunque tras el documental Leaving Neverland varias radios en Estados Unidos dejaron de reproducir sus canciones y el mundo del internet se volcó a prohibir a Jackson. Aún así, los testimonios de las víctimas que lo denunciaron fueron cuestionados.
Ángela Boitano, Doctora en Filosofía de la Pontifica Universidad Católica de Chile y directora del Observatorio de Desigualdades UDP, define la cultura de la cancelación como “una manera de resolver los conflictos con gente que piensa distinto a ti, matándolo de alguna manera y haciendo como que no existe, y cancelar implica un muerte simbólica (…) El mecanismo originalmente tuvo un sentido de justicia y ahí va haciendo víctima a gente que no sólo comete una falta, sino que también a gente que piensa distinto a ti”, explica.
En términos monetarios, el patrimonio del músico está avaluado en 112 millones de dólares. Las ventas de sus álbumes no se detienen y hasta este año, Thriller continúa siendo el disco más vendido en la historia de Estados Unidos con alrededor de 66 millones de copias vendidas, según reporta la revista musical Rolling Stone.
Cristián Leporati, director de la Escuela de Publicidad UDP, intenta explicar el fenómeno Jackson, pero comienza con una experiencia personal: “A mí me tocó verlo en vivo en el año ’87 si no me equivoco, en el Camp Nou en Barcelona en primera fila. Es un estadio gigantesco donde juega el equipo y él (Michael) era un fenómeno cultural y musical muy poderoso. En ese estadio, cuando salió a escena, jamás se me va a olvidar: apareció desde el aire y cayó en el escenario. El impacto fue brutal”.
El publicista explica que lo que distingue a Michael de otros artistas es que “fue el primer producto de consumo masivo dentro del mundo de la música en un momento dado de la historia. Surgieron muchos después de él, pero él fue un producto potenciado más por los videos que producía y que eran increíbles, eran productos cinematográficos. Eso no se olvida”.
Las acusaciones de pedofilia que recaen sobre Michael Jackson comenzaron hace casi tres décadas, sin embargo, la policía de Los Angeles comenzó una investigación basada en rumores de las cuales no se encontraron pruebas en Neverland, el rancho de Jackson, ni en su mansión. En 1993, el mismo año en el que su hermana La Toya declaró que creía que las acusaciones eran reales, Jackson resolvió una demanda con un acuerdo de confidencialidad por el cual pagó más de 20 millones de dólares.
En 2003, con el estreno del documental Viviendo con Michael Jackson, se originó una nueva investigación criminal. Esta terminó con un mediático juicio que acusó a Jackson de diez delitos, entre ellos pedofilia, extorsión y secuestro. Dos años después de testigos y pruebas, el jurado declaró inocente al cantante de manera unánime.
Cuando llega a la sesión de fotos para este reportaje, Benjamín Ramírez es un centennial como cualquier otro y físicamente no se parece a Jackson. Con una voz suave y dicción lenta, como la que alguna vez tuvo el Rey del Pop, Benjamín cuenta que a sus 5 años, su papá le regaló un DVD compilatorio de canciones para niños, en el que venía ‘Speed Demon’ de Michael Jackson. Pero no fue hasta que tenía 10 años cuando lo buscó en Youtube y comenzó a aprender las coreografías de canciones como ‘Billie Jean’, su favorita.
Hoy Benja se concentra en realizar eventos, tanto como pagados y en beneficios de otras personas. El año pasado viajó por primera vez en avión, cuando lo invitaron a una fiesta de Halloween en Calama y el día anterior a esta entrevista, fue a Rancagua para ser parte de una recaudación de fondos para una niña de un año con cáncer. Además, participó en el programa ‘Starstruck’ de Canal 13 junto a Germán Muñoz y Carlos Cerón, quienes también forman parte de este reportaje.
Cuando Germán Muñoz (37) habla, no se apura. Escoge cada palabra cuidadosamente y su timbre de voz es muy similar al de Jackson también. Puede que esa calma al hablar se deba en parte a que es locutor de profesión, pero también a que Muñoz imita cada detalle al artista, no por nada hoy es el doble oficial del Rey del Pop en Chile.
En la actualidad, para Germán ser doble de Michael Jackson no es solo un hobbie, se ha vuelto un trabajo de tiempo completo y con un profesionalismo que debe mantener constantemente. En estos casi 20 años imitándolo, ha tenido que aprender de maquillaje profesional, técnicas de vestuario y pelucas, “todo lo que aguante el sudor del baile”, dice. A eso se suma aprender a cantar, bailar y también producir los videos tiene que utilizar en sus presentaciones.
De hecho, su espectáculo como doble ha alcanzado tanta notoriedad que fue solicitado para presentarse por la conmemoración de los 13 años de la muerte del Rey del Pop en el Teatro Regina, en Buenos Aires. Además de las fechas importantes en torno al artista, se presenta en casinos, restobares, matrimonios y cumpleaños que pueden ir desde un adulto mayor hasta un niño que es fanático de Jackson.
Pero no todo ha llegado a buen puerto siendo doble de Michael Jackson en el país. En 2019, el año en que se emitió Leaving Neverland, Muñoz recuerda que tenía varios eventos agendados. Especialmente en el mes de junio, cuando se cumplían 10 años de la muerte del cantante. Pero muchos de esos eventos fueron cancelados a último minuto como consecuencia del docu.
Otro de los momentos más memorables en la carrera de Muñoz como doble de Michael llegó en junio de 2012, cuando un matrimonio le pidió si podía visitar a su pequeño hijo Martín, quien tenía un cáncer avanzado y era fanático de la estrella del pop. La visita quedó inmortalizada en un video donde se ve cómo Germán, vestido con una camisa roja y un sombrero negro, le baila la coreografía de Thriller al pequeño, mientras éste lo observa acostado en su cama con una máscara de hombre lobo. Al terminar la visita, Germán le regaló los lentes de Michael y le dijo que lo visitaría nuevamente. El pequeño quedó esperanzado.
Pocas semanas después de ese momento, el niño falleció. Y nuevamente Germán recibió una invitación inesperada: la familia de Martín le pidió si podía ir a bailar a su funeral. Aunque dudó y dudó, aceptó hacerlo por el gran fanatismo que sentía el pequeño por Jackson. “Ese día también bailé Thriller, porque fue la canción que había interpretado para él en el hospital”, recuerda Germán. Y cuando terminó de bailar, el papá de Martín le dio las gracias: “me respondió ‘tranquilo que se fue con algo de ti, los lentes que le regalaste se los llevó en su ataúd’. No lo podía creer”.
“Como lo era jugar a la pelota para otras personas, para mí era bailar como Michael”. Así cuenta Carlos Cerón (47) lo que ha significado para él este proceso de ser doble del cantante. “Lograr los pasos era como un triunfo para mí, llegar a hacerlo me costaba de repente semanas o meses, y cuando lo lograba, me sentía realizado”, añade.
Recuerda que comenzó imitando las coreografías del cantante para actos del colegio junto a sus compañeros, pero solo como un pasatiempo. El cambio fue a partir de la década de los 2000, periodo en que comenzó a tomarse el ser un doble de Jackson un poco más en serio.
“Ya cuando se fueron masificando las redes sociales lo vi como un trabajo, había más demanda. Aparte con la muerte de Michael también se masificó mucho y dije ‘ya, aquí hay un ingreso extra que ayuda’, porque igual yo invertía parte de mi sueldo en hacerme los trajes”, dice Carlos.
En ese sentido, el ingeniero en marketing también recuerda que en 2019, cuando apareció el documental Leaving Neverland, los dobles de Michael Jackson sufrieron la caída de varios eventos. “Es entendible, la gente cree lo que los demás creen, se deja llevar por la masa y como no hay una contraparte que te debata en los programas de televisión, no hay cómo defender a Michael Jackson”, manifiesta Cerón.
¿Qué hacemos entonces con Michael?
Para Cristián Leporati, la imagen del cantante sigue y seguirá viva pese a la decenas de acusaciones ya que se conocen: “Me atrevería a decir que en general la cultura de la cancelación tan propia de las redes sociales, en el mundo del arte en general y de la música en particular, no aplica tanto. La gente entiende y percibe que va por carriles distintos”. Al mismo tiempo, según el experto en marketing, esto no significa que no se dañe la imagen o la reputación del cantante. “Efectivamente lo daña, pero no por eso la gente deja de apreciar la voz o el show que armaba Michael”, apunta.
Sus imitadores piensan de manera similar, y considerar retirarse de ser doble no es un plan que esté en el horizonte. Para Carlos Cerón, básicamente no hay publicidad mala para el artista: “Cuando él murió fue tanto el revuelo que la gente empezó a ver videos de Michael en internet y se hicieron fans. Ahora con el documental también pasó lo mismo, entonces como que de toda la mala publicidad que tuvo, surgieron fans”.
En esa línea, Germán Muñoz de 37 años cree que “la cancelación de Michael en su totalidad no ha sido justa, porque para la comunidad de artistas a nivel mundial significó la inspiración para que muchos quisiéramos aprender a bailar”.
Pero para Benjamín, que es el más joven de los tres imitadores, retirarse de la imitación puede ser una posibilidad: “Si hay una prueba de que Michael Jackson hizo algo, yo me saco los mocasines y cuelgo el sombrero”.
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