La pascua de resurrección pasó hace rato, pero nos hubiera encantado haber tenido este “modelo” de Nike Air echo de chocolate en nuestras manos.
El estudiante de diseño Milan Miladinov quiso rendir homenaje a esta icónica zapatilla con una escultura comestible, que, ojalá nadie se coma y sea guardada como si fuera de colección.
No se saben los tamaños exactos de esta creación pero hay que aplaudir el trabajo detallista del artista con base en londres.