Una historia increíble pero cierta.
Un colegio católico del sur de California descubrió el robo sostenido de su directora y una maestra por un monto estimado de 500 mil dólares (más de 300 millones de pesos chilenos). El monto es el cálculo de lo sustraído durante una década aunque se espera aumente considerablemente si se realiza una investigación retroactiva de todos los años de ambas al servicio del establecimiento. Según decreta el documento investigativo, ambas usaron el dinero para viajar y apostar en diferentes casinos a lo largo de Estados Unidos.
Las denuncias comenzaron hace 6 meses cuando se realizó una auditoría en el St. James Catholic School luego de que se reportaran depósitos en cuentas desconocidas, llamando la atención de otros miembros del lugar (conocido por su prestigio y albergar estudiantes de clase alta de Los Ángeles).
La semana pasada, familiares y miembros de la comunidad fueron notificados de los resultados que entregó la investigación: efectivamente la hermana Mary Kreuper y su par Lana Chang sustrajeron dinero de la escolaridad de sus alumnos y otros programas internos del colegio.
Ambas admitieron los hechos y cooperaron con la investigación además de comprometerse a devolver el monto estimado en medio millón de dólares, razón por la que no se presentarán cargos pese al escándalo que rompe con el prestigio de la institución fundada en 1918.
“Nuestra comunidad está preocupada y entristecida por la situación y lamenta cualquier ofensa y herida dejada hacia la relación que tenemos con las familias del colegio” expresó el establecimiento en un comunicada replicado en Buzzfeed News.
“Ambas hermanas se han comprometido a restituir completa e íntegramente el dinero sustraído durante todos estos años” añadieron.
Los investigadores aseguraron que no existen otras personas involucradas en el robo además de Kreuper y Chang. Sin embargo, la noticia no sorprende a los apoderados y alumnos del lugar que comenzaron a reportar diferentes viajes de ambas pese a que habían optado por un “voto de pobreza”.
La investigación sigue abierta para saber el monto real del robo, cuya gran parte se fue en los casinos a los que ambas monjas eran asiduas.