A diferencia de la mayoría de sus compañeros de generación, a Tomás Novoa, cantante y guitarrista del grupo Gerónimo, simplemente no le gustan. Le provocan sospecha. Cree que las redes más que unir, enredan.
Tomás Novoa lanzó “Despierta“, el segundo disco de su banda, Gerónimo. Después se fue a Holanda. Allá continuará su carrera musical, estudiando en la Universidad Codarst, en Roterdam.
No estoy del todo contento con la inmediatez de las redes sociales, ni con las redes sociales en sí mismas. Creo que generan, ambas cosas, una distorsión de las relaciones sociales, de la realidad, de la imagen de uno mismo, de otros y del entorno.
Sobre difundir su disco en redes sociales dice:
“Me encuentro más bien distante, creo que hay una sobrecarga de proyectos en las redes y esto satura a los oyentes y genera un ambiente medio extraño al momento de compartir tus cosas. Veo a veces también una necesidad compulsiva de “hacerse conocido” y no creo que esto contribuya necesariamente a la música. Personalmente me produce una falsa nostalgia el sistema antiguo de sellos discográficos que apoyaban al artista en el proceso creativo y posteriormente la radio como medio de difusión y de selección. Pero como ya sabemos, esto está más o menos extinto. Creo que es el momento de brillar para las radios online”.
Independiente de la música, tu generación se comunica más digital que personalmente. ¿Qué opinión tienes de eso?
“No estoy del todo contento con la inmediatez de las redes sociales, ni con las redes sociales en sí mismas. Creo que generan, ambas cosas, una distorsión de las relaciones sociales, de la realidad, de la imagen de uno mismo, de otros y del entorno. Pero no se puede negar que para allá va la cosa y que es tal vez una etapa inevitable, tener un escenario virtual en el que interactuamos escondiendo nuestra persona física. Me apena pensar que este fenómeno pueda contribuir negativamente a la sensación de ansiedad tan presente en nuestra sociedad, que pareciera crecer cada día. Por otro lado, gozamos de ciertos beneficios que tal vez no estaríamos dispuestos a perder, que nos contesten al tiro, que podamos comprar por internet y que llegue la cosa a la casa, poder descargar contenido, escuchar música, ver películas, mandar mails, tener acceso a una cantidad de información inagotable, reencontrarse con gente del pasado, promocionar el emprendimiento, mantener a la gente enchufada a un medio de difusión, etc.
Con mis pares este fenómeno es positivo y negativo, como para cualquier persona, a veces es bacán que la conversación pueda establecerse inmediatamente, como si estuviéramos viéndonos las caras, pero otras pareciera que traspasa la privacidad, ese espacio de uno que lamentablemente ahora uno comparte con el celular o el computador”.
Escucha su disco acá: