Aunque agrupar los tipos de contenido y estilos predominantes en la sociedad es una actitud natural de los usuarios de internet, las redes sociales -y en especial TikTok- ha producido una excesiva exposición y una “obsesión” por identificar tendencias. Sin embargo, ya nadie está muy seguro de lo que esto significa. 

Categorizar, agrupar, y clasificar los tipos de contenido que se comparte en internet es parte natural de la vida en línea. Sin embargo, las redes sociales y en especial TikTok han provocado un aceleramiento de este fenómeno, y ahora cualquier cosa que sea vagamente popular o se convierta en viral tiende a reducirse en un concepto. 

Un artículo de Vox reflexiona sobre esta obsesión que tenemos los internautas por convertir todo, o nada, en una tendencia. “Ya nadie está seguro de qué es exactamente una tendencia o si es solo una observación infundada que se volvió viral”, dicen. 

El algoritmo de TikTok eliminó los componentes estéticos que en algún momento podrían haber sido parte integral de subculturas. Ahora, todas estas imágenes y actitudes que en el pasado tenían significados predeterminados, se agrupan bajo el abstracto concepto de “tendencia viral”, algo que se puede desmitificar, imitar, vender y comprar. 

Rachel Tashjian, directora de la sección de moda en Harper’s Bazaar declaró el mes pasado que “estamos viviendo una psicosis masiva que se expresa a través de los informes de tendencias”. 

Te podría interesar: La historia tras las polémicas zapatillas rotas de Balenciaga

Este constante cambio en lo que está “de moda”, benefician a las empresas de moda rápida y las marcas que venden productos que se alinean con estas estéticas fugaces. Los usuarios estamos expuestos a flujos interminables de estilos predominantes que cambian rápidamente y nos obligan a varias para “encajar” en el paradigma. 

“Los temas y figuras que se consideran más importantes en Internet se basan en el lugar que ocupan dentro de este espectro de tendencias, según la escala de atención que generan”, señalan en el artículo. 

El filósofo francés Guy Debord acuñó en su libro La sociedad del espectáculo (1967) el concepto de recuperación, un proceso mediante el cuál los carácteres de subculturas se mercantilizan y son reincorporados a la sociedad dominante. Un concepto que serviría en gran medida para analizar lo que pasa actualmente. 

Las micro estéticas, los memes y las comunidades en línea se inspiran en contraculturas del pasado y no generan una nueva “generación de conceptos nuevos”. De esta forma, las redes sociales van moldeando los temas y “han erradicado básicamente cualquier sentido de monocultura digital”.