La activista, actriz y comediante, de gira en Europa, dio una entrevista a Culto donde puso algunos puntos sobre las íes.

Se sabe que la distancia otorga perspectiva. De gira por Europa con su show de stand up, Natalia Valdebenito ha dado un par de entrevistas donde ha ratificado esa máxima. Con su conocida agudeza y claridad para plantear conceptos, ha dado un par de entrevistas que nos parecen claves. Una es esta que dio al diario español El Pais y la otra es la que dio a Culto, de donde extirpamos sus reflexiones más contundentes.

El mundo va más rápido que nosotros

“Acá hay cosas que hace rato no son tema y se ríen de que en Chile sí; entonces el punto de vista cambia según el lugar. Temas que acá son de sentido común, pero que en Chile son lucha. Ser mamá acá no es tema. En mi casa nunca lo ha sido, mis padres nunca me lo exigieron, nunca he sentido esa presión y por eso tuve la libertad de preguntármelo. Las mujeres que, como yo, deciden no ser mamá, me lo agradecen. La que no quiere ser mamá no lo dice para que no se le venga todo el mundo encima. Aquí eso es como hablar de la prehistoria y me parece divertido. Latinoamérica es aún así y si se lo decimos al mundo probablemente nos empiece a dar vergüenza. Porque el mundo va más rápido que nosotros y yo de eso, con mucha vergüenza, me hago cargo”.

Olas de feminismo

“Porque llegó el momento de un cambio de orden definitivo. Ha habido olas del feminismo, pero toda la vida han acallado nuestras luchas. Han puesto la palabra histérica al lado del reclamo de una mujer, caricaturizando la exigencia de nuestros derechos. Llegó un hastío y una certeza mundial. Espero que éste sea el quiebre del patriarcado aplastante y pongamos esto en el terreno del sentido común. No estamos pidiendo beneficios, sólo respeto, ecualizar el trato. Queremos caminar tranquilas, no romper la libertad de los hombres. Tú nunca has vuelto a tu casa pensando que te puedan violar o tenido que cambiarte de vereda porque de frente venga una mujer”.

Acoso callejero

“Mujeres de la televisión han defendido el piropo como el momento del día en que te suben el ánimo. Si andas en auto, te bajas de él y caminas a tu trabajo dos cuadras, lógicamente te da lo mismo. Yo no sé si ellas se han subido al metro alguna vez o andado en micro. Es injusto no ponerse en el lugar de esas personas por mucho que te parezca que el piropo está bien, a no ser de que de verdad te parezca bien que te digan que te quieren chupar algo al oído. Yo honestamente creo que Diana Bolocco no puede estar de acuerdo con que le digan que le quieren chupar el cuerpo al oído. Gente como ella insiste en que el piropo no es tan malo. Las mujeres no les decimos a los hombres en la calle qué linda tu chaqueta, estai un poco gordito. Hay una ley de acoso callejero que está durmiendo, ojalá salga antes del año 88.500″.

Marihuana

Es la necesidad de los conservadores, de nuevo, de moldear tu actuar. El acceso a la marihuana es un tema demasiado libre como para que a esta gente le guste.

Fascismo

La avanzada del fascismo me da terror, y marca que hay muchas personas que piensan realmente que su vecino vale menos porque se viste distinto o vive de forma distinta la sexualidad. Nos separan entre buenos y malos: la que reclama es violenta, la que se queda callada es buena.

Bolsonaro

He leído análisis que dicen que por estar preocupados del feminismo y la igualdad, descuidamos los problemas reales de la gente, como echándole la culpa a las personas. Los que no tienen nada, y por tanto no tienen nada que perder, no van a pensar en libertades a la hora de votar. Las personas también se vuelven frías cuando pierden todo. Y el discurso fascista es ponerle la palabra amor a todo lo que hacen, cuando carecen de amor al ser humano. No necesitamos amarnos para respetarnos. Yo no necesito que Bolsonaro se enamore de mí, necesito que me respete.

Abusos en el Clan Infantil

Sacarse algo así del cuerpo es siempre positivo, por sobre la mierda que hay alrededor. Por otro lado, recibí mucha violencia. Jamás tuve pudor de hacerme cargo de esto por el mundo de la televisión -que honestamente no me interesa-, ni por Don Francisco, ni por toda la gente que se me tiró encima. El nivel de defensa por algo que todavía ni escuchaban fue feroz. Se equivocaron quienes me juzgaron, porque Don Francisco terminó asumiendo que lo que yo contaba era cierto. Hubo chantaje emocional, se asoció esto con la Teletón y es imposible que yo hable mal de un centro de rehabilitación.

Lee la entrevista completa acá.