Revisar el origen de las palabras siempre nos permite entender un poco más el contexto en el que nacieron conceptos de todo tipo. OUIJA por ejemplo es una palabra germano francesa que significa Sisi (Oui+Ja) que en la práctica es algo así como una doble afirmación.
Incontables historias se han contado sobre esta famoso tablero tallado con el abecedario, números del 0 al 9 y unos vistosos SI y NO que permiten, en teoría, conversar con espíritus del más allá.
Revisar sitios sobre oscurantismo, magia y espíritus es todo un universo, con advertencias acerca de la importancia de hacer las sesiones con expertos que calmen tanto a los participantes como a los espíritus o explicando indicaciones acerca del ritual llenas de simbolismos que a ojos de la ciencia no son más que un gran WTF.
Dejando de lado toda la parte graciosa de este asunto, jugar con la OUIJA es una práctica que últimamente ha ganado nuevos y muchos adeptos, sobre todo entre los hipsters futuristas [1. El hipster futurista creen mucho en los astros, pasa horas en tumblr, quiere sacar pasaporte a la deep web y muchas veces llevan una alimentación borderline que mezcla anorexia, mcdonalds y mucho alcohol.] y consumidores de las pseudociencias detrás del crecimiento espiritual. Dentro de ese contexto es que se han estrenado películas como OUIJA o incluso hemos llegado a ver experimentos como este, que más bien se asemeja a una versión norteamericana de En su propia trampa.
El experimento de National Geographic es muy sencillo: un puñado de gente en su afán por comunicarse con espíritus del más allá, tuvo que vendarse los ojos para continuar su contacto con ultratumba (el que supuestamente ya estaba establecido) y el resultado es una situación que da entre pena y risa.