Analizamos cómo la industria cultural apela a una de tus más profundas emociones para meterte la mano al bolsillo, y al corazón. Desde Stranger Things a Nintendo, pasando por los Cazafantasmas y Trainspotting.
Abres Facebook y los primero que notas es gente discutiendo sobre las “referencias ochenteras” de Stranger Things. Después aparece una noticia sobre un nuevo reboot de los Power Rangers, mientras otros miles de contactos comparten cualquier cosa que tenga que ver con Pokemon “GO”.
En el cine: “El día de la independencia 2”, la nueva “Cazafantasmas“. “Buscando a Dory“, es una secuela que llega 5 años después. Ayer salió el trailer de Trainspotting 2, 21 años después. La nostalgia es lo que une todo lo anterior.
“El dolor de una vieja herida” esa la forma que Don Draper definió la nostalgia en una de las mejores escenas de Mad Men.
Una definición amarga y negativa que se ha mantenido durante años al momento de tratar de definir la nostalgia.
En 1688 el físico sueco Johannes Hofer catalogó la nostalgia como una enfermedad. Un diagnóstico que producía males mentales y físicos a los soldados en batallas lejos de casa. Cuando un soldado presentaba signos de melancolía, un caminar reflexivo, y pérdida de apetito, era diagnosticado con “nostalgia“.
-¿Cómo te sientes con respecto a la nostalgia?
-Yo ni siquiera puedo explicar algo cuerdo sobre lo que siento.– diálogo del autor consigo mismo.
El 2013 una investigación en la Universidad de Southampton en Inglaterra empezó a cambiar nuestra percepción sobre lo que entendíamos sobre el concepto (Back to the future: nostalgia increases optimism). El estudio, en resumen, arrojó un montón de datos que hoy en día las compañías están utilizando para hacernos gastar nuestro dinero.
“Te hace sentir amado y conectado” es como el profesor de psicología Clay Rutledge define el sentimiento. El estudio mostraba que el sentimiento de la nostalgia hacia a las personas más felices con respecto a sus relaciones y con ganas de querer conectarse con otros.Con estos datos era cuestión de tiempo que las grandes empresas supieran que esta emoción humana era poderosa – y más importante – muy rentable.
Desde el 2014 en adelante todo emprendedor y en especial Hollywood han armado toda una grilla de películas y productos que apelan a nuestra nostalgia y el negocio funciona; si algo te da nostalgia, te trae buenos recuerdos y quieres compartir o hablar de eso. En este caso necesitas gastar dinero para sentirte nostálgico.
La nueva saga de Star Wars, el nuevo Zelda, la nueva/vieja consola de Nintendo, las listas de Buzzfeed con el nombre “todo niño de los 90 recordara estos momentos“. La nueva Cazafantasmas, todo el nuevo disco de Blink 182 es una oda a la nostalgia. Si nos ponemos un poco más serios hasta Donald Trump apela a la nostalgia americana: “Make America great again“.
Y sí, obvio-que Stranger Things apela a eso. Así que paren de pelear por las referencias que han ocupado o no, porque la verdad, los hermanos Duffer no tienen tiempo de leer sus comentarios. En cambio trabajan en una segunda temporada que de seguro atacara de nuevo a esa cálida emoción.
Y eso es lo extraño de la nostalgia. Nuestras canciones favoritas son favoritas gracias a este sentimiento, nuestras comidas favoritas también, nuestros juegos de videos, nuestra películas y quizás hasta cada una de nuestras decisiones son manejadas en alguna medida por esa sensación hogareña.
¿Qué se siente ser un experimento científico?
¿Podremos ir al cine tranquilos sin que se cuestionen o estudie nuestra selección de película?
¿Deberíamos hacer ya un reboot de la películas de Nicolás Lopez?
Hola amigo, ¿es esto real?