La crítica cultural está presentando su nuevo libro “Arte y Política” y es sin duda una lectura de cabecera para entender el momento social actual.

Hemispheric Institute

Promotora y gestora de las artes visuales en Chile y latinoamérica. Crítica, académica e investigadora. El ex ministro de Cultura, Ernesto Ottone, se refería a Nelly Richard como un sinónimo de reconocimiento por su trayectoria a la crítica, la docencia y a la contribución de construcción de distintas escenas en el ecosistema de las artes visuales en Chile. “Nelly es una persona de una inteligencia muy superior y posee una visión muy aguda de lo que es el arte contemporáneo”, comentaba.

Con nacionalidad francesa, Richard llega a Chile en los 70, ampliando cada vez más los límites de su participación en la escena de arte local con su trabajo como ensayista de crítica y también curadora.

Es imposible pensar la cultura, el arte y la crítica sin entender a Nelly Richard, su trabajo y aporte al pensamiento la posicionan hoy como una referente de valor incalculable. En una entrevista para La Segunda, explicó que no tiene redes sociales porque las considera invasivas. Pasa el tiempo pensando, escribiendo y publicando.

Hoy lo que le preocupa, inquieta y afecta del Chile actual es la arremetida de una extrema derecha en la esfera pública. “Basta con escuchar a José Antonio Kast o escrutar los rostros de la UDI involucrados en la historia de la dictadura para comprender la necesidad de seguir activando una política de la memoria que nos sirva de resguardo ético contra las obscenidades del presente”, dice.

Es que para Richard una de las violencias que ejerce el neoliberalismo “es la de instaurar un régimen de mercantilización de los intercambios sociales que lo mide todo en función de lo rentable y lo eficiente”, ya que el manejo empresarial “impone la racionalidad técnica de los datos y las cifras”. “El neoliberalismo llevó la economía a triunfar como única ciencia explicativa de la sociedad”.

Ante la afirmación sobre el sistema neoliberal y su celebración de la diversidad, Nelly responde que “la coexistencia de lo diverso se festeja con un menú de opciones hecho para el consumo irreflexivo”.

El culto al éxito premia lo individual en perjuicio de lo comunitario. El manejo empresarial nos impone su racionalidad técnica de los datos y las cifras. El neoliberalismo llevó la economía a triunfar como única ciencia explicativa de la sociedad.


Feminismos

Para la crítica cultural las tomas feministas dieron una nueva inspiración a los movimientos estudiantiles que se venían gestando desde el 2011. Movimientos que se habían visto sobrepasados por el acontecer, que perdían efervescencia. “Reanudaron la memoria histórica del feminismo de los ochenta cuya energía ciudadana se había disipado. (…) Desafiaron la moral sexual del conservadurismo de derecha que volvió a instalarse en pleno con Kast, la UDI y la ‘bancada cristiana’ en el parlamento”.

Por supuesto que las tomas y marchas van a sufrir un repliegue de intensidad. La derecha ultraconservadora va a contraatacar. Se va a restaurar el orden y el control después de la insurgencia.

“El gobierno de Piñera va a meter una cuña entre el feminismo radical (de izquierda) y el feminismo liberal (de derecha) para dividir la comunidad de las mujeres que dicen sentirse representadas en un ‘nosotras'”, adelanta la feminista.

“La derecha va a reemplazar el reclamo feminista de soberanía y autodeterminación sobre el cuerpo por la legalidad de protocolos contra el abuso y por nuevos contratos de beneficios individuales dentro de un sistema empeñado en mantenerse tal cual. Pero así y todo, la magnitud de lo sucedido no va a desaparecer sin dejar rastros. Se modificó la composición de discursos de la esfera pública con la irrupción y diseminación de la palabra “feminismo”. Quedó desestabilizada simbólicamente toda una arquitectura de poderes masculinos dentro y fuera de las universidades. La señal de alarma no se va a disipar tan fácilmente”, sigue.

Escena de Avanzada

Le parece que el recuerdo de “la Escena de Avanzada suscita una mezcla de odio y de fascinación que sigue manteniéndola vigente, pese a los desesperados esfuerzos de algunos para aniquilarla”. “A la vez se multiplican los investigadores y coleccionistas que persiguen algún fetiche documental de la escena de los ochenta. Hoy se está exhibiendo en dos importantes galerías privadas a artistas vinculados a la Escena de Avanzada: Carlos Gallardo en D21, Elías Adasme en la Galería Isabel Aninat, además de una caja llamada “Pietá” sobre una performance de Leppe y Dávila de 1982”, profundiza.

La escena de avanzada, dice Nelly, se oficializó después de que publicó Márgenes e Instituciones, en 1986. “El libro nunca pretendió convertirse en canon, ya que estaba demasiado consciente de su precariedad, pero contra todo pronóstico se fue convirtiendo en un referente. El libro agrupa distintas prácticas que transgreden la tradición de las Bellas Artes y que llaman a rebelarse contra el autoritarismo y la violencia imperantes. Puede ser que su recorte sea tendencioso, porque es de crítica militante y toma partido. Para quienes consideran que el recorte es arbitrario y necesitan más garantías historiográficas, hay otro libro de la época, Chile, arte actual, de Gaspar Galaz y Milan Ivelic”.


Su último libro “Arte y Política (2005-2015)”, editado por Metales Pesados, reúne obras que cuestionan la política y el entorno social. “Se tiende a creer que el ‘arte político’ es un arte de denuncia o que debe intervenir directamente en las tramas comunitarias. Para mí, lo ‘político’ puede radicar en el acto de subvertir la mirada, de alterar percepciones y comprensiones, de torcer los códigos dominantes”, finaliza la autora.

El lanzamiento de “Arte y Política” será el miércoles 13 de junio en la Casa Central Universidad de Chile en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins nº 3363.

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