Fueron necesarios 20 años, varios contratos y que Netflix le ofreciera un especial a uno de los comediantes que marcaron pauta en el humor para Jerry Seinfeld (63) volviera a grabar.

La carrera de Jerry Seinfeld, hasta ahora, se había visto alejada de la pantalla chica y había incursionado en la escritura de guión, producción y actuación de voz para el cine. Estuvo tras Bee Movie, de Dreamworks, la película de una abeja que se enamora de una humana mientras denuncian una corporación y que tuvo poco éxito.

Los 100 millones de dólares con los que nació la alianza entre Seinfeld y Netflix, según medios de comunicación, logró que el comediante volviera a decirle que sí a la TV, pese a que incluso le ofrecieron la misma cantidad por una nueva temporada del show que lleva su apellido.

Cuando fue consultado por Entertainment sobre si pensaba volver con la serie que terminó de lanzarlo al estrellato respondió “¿Para qué?”, y agregó: “Tal vez sea mejor que sigan amándola en lugar de manipular algo que salió bastante bien”.

“Voy a probar con la actuación. Porque me resulta fácil y porque hay muchas posibilidades de tener más exposición como actor. Pero el stand up es quién soy. Soy un comediante”, le respondió a un desconocido y joven Judd Apatow en una entrevista en el 83, consigna La Nación.

Entre los viajes en el tiempo, hacerle entender a sus papás que quería ser comediante, con fotos viejas y explicaciones del corazón sobre como es trabajar en el rubro, Jerry da vueltas entre los chistes ochenteros y los chistes nuevos. No hay necesidad de hacerse el joven, el lolein, el Lucho Jara; hay harto material del que agarrarse y se nota.

Es por esto que conversamos con una de sus seguidoras, quien es Paloma Salas, comediante, presentadora de TV y ella misma, la mayoría del tiempo, nos comenta este esperado especial.

“Creo que lo que tenemos que tener claro es que no hay un nuevo o un viejo Seinfeld”, dice Salas en relación a la larga espera por ver nuevo material. “Siempre ha sido el mismo, es como el pan de masa madre; ese pan en el que en vez de usar levadura, usas un pedacito de pan anterior, entonces, siempre hay un poco de lo que ya comiste”.

“Además, es uno de los más famosos que por no renovar su material, toda su carrera se ha definido así. La gente va a escuchar sus grandes éxitos”, continúa. “Cuando lo vi en vivo me sabía casi todos los chistes”.

Paloma vio, en 2016, a Jerry Seinfeld. Sin embargo, no es una fanática o piensa que es un referente para su trabajo. “No es un referente para mí, pero tengo claro que no haría lo que yo hago si comediantes como él no hubiesen existido”, y agrega: “Es alguien insoslayable para la comedia, no me siento identificada con él, pero me río y lo encuentro un genio”.

En este especial, dice, se puede corroborar que es un obsesivo de la comedia. “No toma ni un segundo por sentado, es un deportista de alto rendimiento”.

Conversando de otros temas y banderas de lucha, Salas explica que hoy la bandera del feminismo es algo que a Seinfeld no le podemos pedir, así como tampoco a otros grandes de la comedia. “Por lo mismo, dejó de actuar en universidades, porque era un público inhóspito, estaba ante la duda de que lo podrían censurar por no estar a la altura de la política de hoy en día”. Recuerda el episodio de SNL en el que Tina Fey se comió una torta y todo se convirtió en un gran acontecimiento.“Relájate, es un chiste”

“Si hoy un niño de 17 años ve el especial no se va a reír, no lo va a encontrar divertido. El mismo niño de 17 años que tampoco se va a reír con Snoopy o con Mafalda. La gente que no vio la serie o que no lo cacha lo va a encontrar fome”, responde.