El universo de los autores puede llevarnos a terrenos bastantes surreales y psicodélicos. Sus influencias se motorizan en nuevas ideas, que se transforman según tiempo y espacio. Londres, Buenos Aires, La Plata y Santiago de Chile. Canciones escuchadas en otro momento y en otro lugar toman nueva relevancia cuando son reinterpretadas.

El cosmos de oscuridad, death metal y paganismo sangriento que engloba a Mariana Enríquez es un placer con todas las letras. Es un trip de ida del cual es difícil de escapar. No sólo leerla, sino escucharla hablar.

Existe un halo que se desprende de su obra, que uno esperaría ver cuando se sube a un escenario, pero no es lo que uno creería. Ella no es un personaje de una pelicula clase b gore, ni el estereotipo de bruja mucho menos. Es mucho mejor que eso. Es una rockstar. Remera de Mayhem, jeans negros, borcegos y cierto calor frente al aplauso de sus “fans“.

El tema con Mariana Enríquez es que nació en el rock reseñando shows y discos. El ADN está ahí. Con el tiempo, sus historias cobraron fuerza hasta llegar a las manos de Patti Smith, por ejemplo. Esta faceta de la autora, la encuentra recorriendo ciudades, presentando su obra, dando entrevistas, durmiendo en hoteles, pasando por festivales y con turismos esporádicos entre tanto trabajo.

En Septiembre es el momento de Santiago, por eso me tomé el atrevimiento de hablar con ella sobre esta visita y su conexión con Chile.

Foto por Sebastián Freire

¿Hay autorxs chilenos o artistas chilenos que te hayan influenciado?

Hay muchos autores y artistas chilenos que me influenciaron y me influencian. José Donoso es uno de mis escritores favoritos con todos los problemas que pueda tener. Paz Errázuriz es una de mis fotógrafas favoritas y como fotógrafo también admiro mucho a Sergio Larraín. Por supuesto uno de los escritores contemporáneos más importantes y personales es Roberto Bolaño. Son muchos los actuales que me gustan: Álvaro Bisama, Alejandra Costamagna, Diego Zúñiga. Son los poetas los que terminan influenciando en mí. Pienso en Violeta Parra, Nicanor, Enrique Lihn y mi favorito absoluto que es Jorge Teillier. Guillermo Lorca con mucha gracia y humildad me prestó una pintura suya que está en mi último libro.

¿Y respecto al cine?

Me parece que el cine chileno está en un momento notable. Pablo Larraín, Sebastián Lelio, la documentalista Maite Alberdi, tienen grandes trabajos cinematográficos.

Tenés la fecha en Chile, también en Uruguay y vas seguido de gira a Europa. La vida de gira para el musico tiene un estereotipo, pero… ¿Cómo es la vida de gira para una escritora?

La vida de gira del escritor es trabajo. Un trabajo lindo pero es muy intenso. Son muchos países en poco tiempo. Ir a festivales en donde se conoce a los editores y a otros lectores, en algunos casos hay firmas y en otros no. No siempre se tiene la misma popularidad. Es muy burocrático y no tan divertido. Los mejores momentos son las escapadas, caminar sola por lugares raros, comprar alguna ropa en el ejército de salvación. Investigo qué ver antes de viajar.

Nick Cave cuenta que se toma la inspiración y la composición como un trabajo de 9 a 17hs. Estando de gira o no. En aeropuertos, aviones, etc. A raíz de girar con tu obra asumo que visitas lugares nuevos, conoces personas nuevas, historias nuevas. ¿Encontrás inspiración en esos viajes? ¿Escribís durante los viajes?

Encuentro inspiración en los viajes, pero es solamente tomar nota y visitar lugares que a lo mejor inspiran algo. Conocer algún artista. Algo que siempre quise ver y a lo mejor me sirve como disparador para alguna situación. No escribo nunca en los viajes, hay colegas que lo hacen, pero yo no puedo. Es demasiada energía puesta ahí… No me gusta escribir bajo estrés. Escribo cuando llego a casa. Los viajes me sirven como recopilación de información. Los ratos libres en un viaje están compuestos por cosas que me interesan.

Fotos por Sebastián Freire

Algo que me gustó mucho escucharte son algunos de los “rituales” que tenés a la hora de escribir. ¿Me podrás compartir algunos de esos?

Tengo muy pocos rituales para escribir. Quizás el único que tengo es escribir con música y en un lugar. Lo que considere mi casa en ese momento. Escribo por la mañana porque a la noche prefiero hacer otras cosas y en la mañana estoy más fresca.

Leer un texto es en la mayoría de los casos algo íntimo e individual, es un canal sin respuesta.
La gente compra tu libro y lo lee en su intimidad. En un show tenés la reaccion instantanea: Las risas, los aplausos, la incomodidad. ¿Cómo cambia la experiencia en este show en puntual? Por otro lado, escuchar una canción de Radiohead –por ejemplo– no es lo mismo cuando uno está en el pozo o cuando está arriba. Con tus textos, ¿Sentís que se da un efecto similar que según el contexto tanto personal como colectivo cambia? En caso de que si… ¿Te sucedió releyendo estas partes de tu obra?

Me parece muy raro leer parte de mi obra en vivo. Me entusiasma y me divierte mucho ver cómo reacciona la gente ante los textos porque a lo mejor se ríen en momentos que a mí no me dan risa, o les da cosa algo que a mí no me produce nada. Y por sobre todo el ritual tan viejo, tan atávico de leer en voz alta. Eso es algo que me parece alucinante, que se pueda seguir conservando y que la gente tenga ese nivel de atención que yo no tengo. Al mismo tiempo creo que está dado por una práctica muy contemporánea que es la escucha de podcast y audio libros. Con la era digital se volvió algo super atávico escuchar que te cuenten cosas. Es una atención súper larga y muy sostenida, que son todas estas contradicciones de la vida cotidiana. Mis “espectáculos” suelen ser largos. En muchos casos suelen ser textos que muchos de los lectores que están ahí ya conocen y sin embargo, los escuchan hasta el final, y son textos literarios. Lo que quiero decir es que yo no cambio nada cuando los leo. Puedo hacer comentarios, sobre todo en los de no ficción, que lo permiten, pero no en los de ficción, que lo permiten mucho menos y tienen la sonoridad y la estructura de lo leído, que no es lo mismo que lo que he escrito para decir como en dramaturgia. Entonces es aún más curioso lo que pasa con la reacción de los demás. Te diría que una vez que uno escribe los textos los olvida. Volverlos a leer es como si los hubiese escrito alguien más. No sé. A mí personalmente me pasa que me desprendo mucho de los textos. Lo único que me pasa a veces es que, onda no me gusta algo, y pienso que lo debería de hacer de otra manera pero lo dejo. Un texto corresponde al momento en que lo escribiste. Pero lo más alucinante, lo más impresionante es ver la reacción de los demás, porque por supuesto, uno no la tiene cuando escribe y tampoco la piensa.

El show que viene a presentar Mariana va a estar acompañado por el artista Alejandro Bustos en visuales con arena (para profundizar este viaje onírico) mientras el contrabajista Horacio “Mono” Hurtado proyecta sonoridades en esta y otras dimensiones.

Las entradas se consiguen en este link y la fecha será el 4 de septiembre.