Carlomarco, DJ y maestro de ceremonia del cada vez más popular evento, nos contó todo sobre esta fiesta que tendrá una próxima edición el 31 de agosto con el colectivo afro canadiense Moonshine.

Por Hernán Melgarejo

En “Noche Africana” no hay tambores de cuero. No hay bailarines con ropas zulú. No hay safaris. No hay ningún prejuicio ni cliché de lo que supuestamente significa África. Lo que sí hay es, generalmente, cerca de 500 personas: haitianos, hippies, oficinistas, hípsters, cineastas, músicos indies, y también huérfanos de Mamba que habitúan las fiestas techno y house.

La mayoría de ellos baila con una libertad y soltura que no permiten las discoteques tradicionales. Y por los parlantes suena la magia que logra esta inesperada reunión: ritmos afro mezclados con electrónica.

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Hace dos años que Noche Africana aplica esta fórmula. Y en cada fiesta, que se hace una vez al mes, tocan distintos DJs nacionales que arman sus sets con lo que ellos interpretan como “africano”. Así, se han oído sesiones que navegan por lo afrolatino, por el dancehall, por lo arábico, por lo funky, por el afrobeat nigeriano, y por el house tribal, entre otros ritmos, siempre con “África” como hilo conductor.

Federico Palma, AKA Carlomarco, DJ, maestro de ceremonia y fundador del evento, explica esta diversidad de sonidos: “Creemos que lo africano tiene que ver con las raíces de la humanidad. Con lo catárquico, con la reunión, con la comunión, con celebrar, con bailar libremente, sentir el ritmo desde un lugar desprejuiciado. Por eso cada DJ tiene una perspectiva diferente de lo que es la africanidad en la música, y eso hace interesante cada evento”.

El rescate de los sonidos africanos no es algo antojadizo ni descontextualizado: en el mundo se está viviendo un verdadero boom de la música africana, que ha hecho que las grandes industrias apuesten por sonidos y cantantes de ese continente. No por nada, figuras como Beyonce y Drake, entre otros, han hecho en el último año feats con artistas nigerianos como Wizkid y Davido. Y proyectos como P-Square, Olamide y Yemi Alade, que mezclan lo africano y lo electrónico, son todo un éxito al otro lado del atlántico.

Esta nueva sonoridad africana podría decepcionar a quien busca grupos de tambores como los que se ven en el Parque Forestal. Pero no así a quien está en busca de baile. Porque si hay un punto en el que la Noche Africana hace énfasis, al igual que otras actividades como “Baila Como Quieras”, es en la misión de hacer bailar.

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Cada evento comienza con un warm up a cargo de Mario Carreño, un reputado bailarín especializado en ritmos urbanos que invita a la gente a seguir sus pasos poco convencionales. Con esta suerte de master class, los asistentes van explorando nuevos movimientos y posibilidades con su cuerpo, lo que hace que a las una de la mañana, cuando esta sesión va llegando a su fin, el efecto ya es visible: los asistentes bailan al ritmo de los DJs con una soltura poco habitual para la idiosincrasia supuestamente tiesa del chileno.

La africanidad sale del clóset

“La africanidad del chileno está en el closet de partida por una ignorancia de la incidencia cultural de África en Chile. Mucho tiempo estuvo escondida pero hoy día eso se está empezando a visibilizar con la inmigración y con las comunidades de afrodescendientes de Arica”, dice Carlomarco.

“Y en esta fiesta sale parte de eso, ocurre que se genera una devoción por bailar y por soltar cuerpo”, explica.

El efecto ha sido contagioso y mes a mes Noche Africana ha ganado más adeptos. Partieron realizando la fiesta en casonas y en marzo de este año organizaron un evento día y noche en Matucana 100 llamado “Tarde Africana”, al que asistieron 3.600 personas.

El interés, para los organizadores, lo ha generado por un lado el posicionamiento de la fiesta como una alternativa novedosa a los eventos electrónicos tradicionales. “Acá no existe el prejuicio que hay con las fiestas de zorrón techno, o EDM, que aleja a cierto público. Ni tampoco el prejuicio de ser una fiesta electrónica de techno dark de antro santiaguino. Todo bien con ellos, pero nosotros somos más transversales”, dice Carlomarco.

Por otro lado, el interés también tiene que ver con la contingencia. “Ahora estamos viviendo la diáspora africana en Chile. Y eso ha dado una oportunidad para replantearse qué es lo africano, y también ha generado una inquietud y un deseo de conocer más sobre lo afro”, explica Carlomarco.

Este viernes 31 de agosto Noche Africana tendrá un hito: recibirán al reconocido DJ congoleño Pierre Kwenders, uno de los exponentes de la música afro electrónica más reconocidos del mundo, y a su par Bonbon Kojak, ambos parte del colectivo afro canadiense Moonshine, que en Montreal realizan fiestas con el mismo espíritu de Noche Africana. También se presentará el dúo electrónico que rescata sonidos afro y andinos, De Pereiras, y por supuesto, Carlomarco.

El lugar específico de este evento, que será en la zona céntrica, solo será revelado a quienes compren la entrada o a quienes se comuniquen por interno. Lo único claro es que las reglas para asistir son las mismas de siempre: “Culto al baile. No homofobia. No sexismo. No transfobia. No xenofobia. No Racismo”.

La selección de Carlomarco

PIERRE KWENDERS

Son parte del colectivo moonshine y uno de los principales invitados de la fiesta.

DE PEREIRAS

Para esta noche tendremos también el Live de los hermanos Pereira, quienes con su influencia afroperuana publicaron recientemente Agua.

CARLOMARCO

Este es un retoque muy representativo de la primera parte de la fiesta. Las puertas se abren temprano y se da comienzo con una master class orientada a la exploración del movimiento. Junto a Mario Carreño y su metodología, se genera un diálogo constante con el DJ y las personas que se van integrando espontáneamente.

Los dos últimos tracks son un intento por representar parte de la fiesta en su momento más intenso.

Acá su Soundcloud.

POIRIER

Este fue un trabajo editado por Wonderwheel Recordings. Sin duda un sello que marca un referente en nuestra búsqueda musical.

AUNTIE FLO

Otro de los que ha inspirado la fiesta de Noche Africana. Desde una trinchera occidental e inspirado por los ritmos africanos de hoy día.