Serodiscordantes es el nuevo cortometraje del director Noel Alejandro.

Este director crea filmes naturalistas llenos de belleza y personajes masculinos homosexuales delgados y de belleza particular. En sus historias abundan lo cotidiano, lo común y las conversaciones del día a día; y también un lado más amable de la sexualidad gay.

Su incursión en las escenas sexuales busca recorrer todos esos lugares que el cine industrial evade y ficciona con violencia.

En serodiscordantes se cuenta la historia de una pareja de homosexuales recién llegados a Berlín. Evaristo (Cachorro Lozano) es un dibujante que llega a la ciudad a trabajar y Miguel (Alejandría Cinque), que desde que se han ido a vivir juntos a comenzado a tener pesadillas.

Como no entienden estas pesadillas comienzan a utilizar una serie de elementos para tratar de entender estas energías.

Conversamos con el director y esto fue lo que nos dijo.

¿En qué te fijas a la hora de elegir al casting que protagonizará tu película?

Trato de ver a través de sus miradas. Si encierran a un ser triste y solitario detrás de ella hay muchas posibilidades de que me decida a grabar con ellos. En el cine adulto lo que importa es su energía y su actitud. Pero en el cine que yo hago necesito que los actores tengan otras cualidades (a parte de atractivo, cosa que es subjetiva).

Cuando les entrevisto trato de imaginar cuales son sus vulnerabilidades, desde el primer minuto ya empiezo a imaginar qué tipo de historia cuenta su expresión corporal, su cara, en qué historia los imagino encajando al cien por cien. Es a veces cómo me inspiro, mirando a los actores que quieren trabajar conmigo y tratando de imaginar qué hay detrás de ellos.

¿Por qué seguimos viendo los mismos cuerpos en tu cine?

Porque yo también tengo inseguridades y prejuicios. Mi cine es un reflejo de la sociedad en la que vivo, de la gente que me rodea y de mi propia proyección como ego frágil e inseguro. Por ello hablo de soledad, tentación y miedo.

Por suerte mis películas me ayudan a reflexionar y a explorar escenarios mentales que ansío conocer, pero no puedo debido a esta especie de cárcel de la razón en la que vivo, como la conexión espiritual con Dios, el más allá. Pero hay más… por ejemplo, nadie me pregunta por qué no hay mujeres en mis películas. De primeras la respuesta puede ser muy clara, pero aún tratándose de cine erótico gay bien podría incluir personajes femeninos cis en mis escenas… Es algo de lo que empiezo a ser consciente recientemente y por supuesto algo que me hace reflexionar.

¿El cuerpo de tus actores aporta a al concepto “alternativo”?

Sí, por lo menos lo que hacen con ellos. El género pornográfico ha ido eliminando cualquier atisbo de humanidad en sus películas desde que empezó a industrializarse en los ochenta, y culminando en los dosmiles con estudios de porno que nada tienen que ver con la realidad.

Cuando comencé a editar películas para Erika Lust me di cuenta que lo más interesante que sucedía durante una escena de sexo era cuando la actriz pedía tiempo muerto para beber agua, gateaba hasta el borde del colchón, se inclinaba hacia el suelo en busca de la botella, la agarraba con la mano y el plástico se quebraba con la fuerza de sus dedos, luego bebía a bocanadas en medio de un silencio sepulcral (los rodajes son silenciosos) y oías perfectamente el sonido del agua y de las burbujas pasar con velocidad por sus labios y su garganta.

Es en los detalles que omitimos en el porno convencional donde está la belleza. Para mí enaltecer estos pequeños momentos es lo que se convirtió en mi ideal de lo alternativo, porque es algo en lo que nadie repara y a la vez contiene tantísima información y poesía.

¿Por qué es tan difícil encontrar otros cuerpos en el cine incluso cuando este se hace llamar alternativo? ¿Qué crees tú? ¿Tiene que ver con el gusto, el erotismo, el deseo?

Hacen falta directores valientes y variados para representar sus gustos y tomarse en serio como directores. Yo, por ejemplo, no conecto nada con el tipo de actores musculosos que ofrecen la mayoría de estudios de cine adulto. Lo único importante para mí es que el sexo sea genuino y estén disfrutando realmente. Cuando dos actores de una película no están disfrutando se siente rápido.

No importa si los actores no tienen cuerpos que corresponden con los cánones de belleza estándar, si son capaces de exteriorizar el placer la audiencia conectará sin problemas.

¿Por qué crees que no hay cuerpos gordos, bajos, o alternativos en el cine comercial?

Existe una discriminación hacia los tipos de cuerpo que no se ajustan a los cánones estandarizados, aunque también cuentan otros factores como la profesionalidad de los actores, acudir a todos los rodajes de manera puntual, ser amable con los compañeros, llevar tus tests y analíticas con seriedad, predisposición.

Tus filmes podrían ser considerados como porno, porno alternativo, porno estético ¿Qué opinas de estas categorías y cómo te gusta llamar tu trabajo?

Pasados unos años desarrollando esta manera de hacer cine adulto cada vez me identifico menos con la etiqueta porno. Cuando oímos esta palabra nos viene a la mente algo feo y desprovisto de sensibilidad, o directamente lejos de ser considerado una película convencional.

Aunque me preocupo en mantener el formato pornográfico vivo en mis películas (escena de sexo de entre 6 y 15 minutos) en general los tiempos y estructuras narrativas en los que se suele narrar una película no es demasiado compatible con una escena de sexo larga. Mi cine está hecho para ser disfrutado en la intimidad, en un lugar donde puedas detener, reproducir, rebobinar la película y desplazarte por ella a tu antojo, como en el porno de toda la vida. En cambio en un cine, sé por experiencia que una escena de sexo puede resultar aburrida al espectador. Encontrar una armonía entre ambos formatos, el del cine convencional y el del cine adulto es muy difícil y pasa por el de realizar dos versiones diferentes, una pensada para disfrute privado y otro para disfrute en salas.

¿Qué hace que tus películas sean “otro cine gay para adultos”? ¿Qué encontramos en ellos que no hay en ningún otro?

Historia, personajes, visión alternativa del placer y de la intimidad. En mis películas hay casi siempre un viaje emocional de los personajes. En definitiva mis películas estamos mezclando las reglas del cine con las del cine adulto, la combinación es para el primerizo sorprendente.

Digamos que la escena de sexo impacta mucho más cuando has estado acompañando a los protagonistas y has conectado emocionalmente con ellos. Esta fue mi impresión la primera vez que vi I want your love de Travis Mathews… La escena de sexo me cogió por sorpresa y me resultó mucho más excitante.

Te he leído en entrevistas hablar de tu trabajo como un porno desde un lado más artístico. ¿De dónde viene la idea de lo alternativo? ¿Qué hace tu cine alternativo?

En mi opinión se puede hablar de cine porno artístico cuando sus imágenes esconden un mensaje, cuando podemos apreciar una dirección. Cuando el director trata de decirnos algo al escoger los elementos de diferente manera entonces podemos hablar de que hay una dirección, un mensaje. Si alguien me pidiese que defina el arte con una sola palabra escogería “mensaje”.

Noel Alejandro dirigiendo Serodiscordantes

¿De dónde viene este interés de trabajar el VIH?

Siempre he pensado que no hay tema que deba asustarme, aunque al final esté haciendo películas adultas y hay ciertos temas que ningún director/a tocaría estando cabal. Pero yo estoy aquí para hacer lo que el corazón me dicte y cuando Alejandría Cinque me contó su historia sobre el estigma social que vive por ser seropositivo decidimos lanzarnos de lleno.

Alejandría está saliendo del armario protagonizando esta historia frente a sus amigos y seres queridos. Está siendo muy valiente y yo no puedo más que estar agradecido a él y a Cachorro por dejarme contar esta historia.

¿Qué te interesa plasmar cuando piensas en hacer un nuevo proyecto cinematográfico?

Me gusta hablar en especial sobre las conexiones personales y sus misterios, mis miedos más personales y limitaciones, pero sobre todo sobre la conexión que sólo podemos tener con nosotros mismos. Hacer cine es para mí como una gran terapia que me sirve para exteriorizar mis demonios y liberarme de aquello que me hace daño. Quizás esa es mi principal motivación, tratar de sacar provecho de esta enorme e innecesaria tragedia que es la vida.

Como se dice de los directores de cine del primer mundo, sino lo tuviésemos todo seríamos mucho más felices y nuestro cine sería mucho menos pesimista. Lo suscribo totalmente.


¡Serodiscordantes se estrena hoy! Y puedes verla en la página del director, haciendo click aquí.