Los Fashion Weeks en Nueva York hacen el mundo de la moda girar. Con uno de los eventos más importante para la industria de la moda, el diez de este mes se puso en marcha el engranaje de lo que será tendencia.
Tan mediático fue que Twitter lanzó emojis especiales alusivos a la semana de la moda. Con los hashtags #NYFW o #FashionFlock podían utilizarse zapatos de tacón, vestidos, joyas, chaquetas, entre otros.
En la pasarela más famosa del mundo hubo de todo; desde tenidas clásicas y elegantes como la colección de Donna Karan y Carolina Herrera, hasta el Street Style con exponentes como Tommy Hilfiger, Lacoste y también la colección especial para Adidas Originals creada por Kayne West.
A pesar de las bajas temperaturas que se vivieron –irónicamente llamada Frozen Fashion Show por algunos- las transparencias y telas ligeras fueron lo que predominó en las pasarelas. También las superposiciones de ropa y las zapatillas deportivas fueron ítems destacados.
Es muy difícil elegir un favorito entre más de 150 desfiles y colecciones. Todas tenían lo suyo y defendieron increíblemente el estilo que los caracteriza, logrando además reinventarse luego de presentaciones pasadas.
Si tuviera que elegir mi top tres de las colecciones que más me gustaron diría que fueron las de la diseñadora Vera Wang. Simple; blanco y negro; telas bacanas que mezclaban lo elegante con lo casual.
En segundo lugar fue la colección See by Chloé. Me encantaron los colores y lo multifacética de su ropa. Eran tenidas casuales y de cultura urbana sofisticada.
La última entró a mi top tres por la simple razón de que la rompió con su colección. Si bien dudo que me pondría alguna de sus prendas, la propuesta del diseñador Jeremy Scott no dejó indiferente a nadie.
Una colección cargadísima de color y estampado, dejó en evidencia algo que se repitió en varias colecciones: la tendencia desigual en cuanto a textiles y diseños. Es evidente que Scott se fue al chancho pero dejó claro que sobre gustos no hay nada escrito.
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